LD (Agencias) Tras una década de fuerte desaceleración económica, Rumania está despuntando en la economía mundial por la solidez del crecimiento de su mercado de la construcción e inmobiliario, gracias a las remesas de los inmigrantes y a la expansión del crédito hipotecario. De hecho, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica que la economía de este país mantendrá el año que viene el mismo vigor que en este ejercicio, que prevé cerrar con un alza del 6 por ciento. Las empresas de materiales de construcción pueden beneficiarse también de esta prosperidad, ya que el mercado rumano demanda materiales como azulejos, revestimientos y esmaltes cerámicos, griferías, andamios y encofrados de manufactura española, por su buena calidad.
Es la principal conclusión que se ha alcanzado en la jornada "Oportunidades de inversión en Rumania" , que ha celebrado la Cámara de Comercio de Madrid en colaboración con Promomadrid, la Confederación Empresarial de Madrid (CEIM) y el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX).
"Rumania es un mercado prioritario y un centro de negocios en el que las empresas españolas en general, y las madrileñas en particular, han de tener una presencia significativa", afirmó el presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Madrid, Arcadio Echezarreta. La embajadora de Rumania en España, María Ligor, presidió junto con Echezarreta esta jornada.
Según la Cámara de Comercio de Madrid, el afianzamiento de las clases medias en Rumania ha tenido grandes consecuencias en el mercado inmobiliario de este país, ya que son 22 millones de habitantes que se constituyen en demandantes potenciales de viviendas en propiedad. Estos nuevos consumidores de la Unión Europea demandan los azulejos, esmaltes y revestimientos cerámicos españolas por su prestigio de calidad. Sin embargo, a este mercado se dirigen apenas el 8 por ciento de las exportaciones españolas de estos productos. Los materiales cerámicos se utilizan ampliamente en la construcción residencial de Rumania, dado que su clima es similar al español.
La entrada de Rumanía, junto a Bulgaria, en la Unión Europea este año pone a ambos mercados en el punto de mira de los empresarios de la construcción, especialmente en el entorno actual de enfriamiento de la actividad inmobiliaria en el mercado occidental. Según la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), desde 2004 el mercado inmobiliario rumano viene creciendo año tras año 1,5 puntos más que la media europea.
El potencial que ofrece el mercado de la construcción de este país recién llegado a la Unión Europea reside en la inversión que el Ejecutivo de Bruselas ha proyectado para los próximos seis años. A través de los fondos de cohesión de la Unión, Rumania percibirá 30.000 millones de euros hasta 2013 para acometer diversos proyectos de desarrollo regional y municipal. Más del 50 por ciento de este importe se destina a proyectos estructurales.
Las empresas españolas están invitadas a participar en los concursos y licitaciones públicas del Programa Operativo Regional, el plan del Gobierno rumano para el desarrollo rural, dotado con 4.500 millones de euros y financiado con fondos europeos. El Banco Mundial, el Banco Europeo para la Reconstrucción y Desarrollo (BERD) y el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (CEB) tienen previsto financiar las compras públicas, suministros y obras públicas de Rumania.
El alcance de estos datos y su proyección para alentar el negocio de las empresas madrileñas fue el leitmotiv de la jornada celebrada en la Cámara de Comercio de Madrid y que contó con la presencia de destacados representantes del Gobierno rumano: el secretario de Estado del Gobierno rumano para Comercio Exterior del Ministerio de Pequeñas y Medianas Empresas, Comercio, Turismo y Profesiones Liberales, Stefan Imre; la directora de Fondos de Cohesión del Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Durable, Doina Frant; y el director general de la Autoridad Administrativa de los Programas Operativos Regionales del Ministerio para el Desarrollo, Obra Pública y Vivienda, Gabriel Costache.
Sus orientaciones se completaron con las que aportaron la consejera económica y comercial de la embajada de España en Rumania, Rosa María Sánchez-Yebra Alonso; el responsable de la Dirección de Grandes Empresas de BRD (Grupo Société Générale), Alain Pfeiffer; y la exposición de algunas experiencias de empresas españolas en este mercado del Este de Europa.
La próxima acción de cooperación comercial con Rumania tendrá lugar a finales de este mes. Será un encuentro de cooperación empresarial en la capital rumana, Bucarest, que facilitará el contacto a más 40 empresas españolas con empresas locales con el objeto de establecer alianzas y acuerdos de cooperación.
El saldo de la balanza comercial es favorable a Rumania, ya que el año pasado este país compró productos españoles por valor de 625,06 millones de euros, mientras que España compró a los rumanos mercancías por valor de 752,64 millones de euros.
La economía rumana creció el pasado año el 7,7 por ciento y el Ejecutivo de Calin Popescu Tariceanu. La elevada inflación –se prevé que cierre el año con una tasa próxima al 6 por ciento– y déficit públicos son los riesgos más significativos para la marcha económica del país.