LD (Europa Press) La tasa de paro se situará así en el 9,3 por ciento al finalizar septiembre, es decir, 1,2 puntos más que un año antes. Los autores de este informe señalan que esta variable, que desde mediados de 2005 se ha movido en tasas de entre el 8 por ciento y el 9 por ciento, podría haber iniciado una fase ascendente, "cuya magnitud aún es pronto para determinar".
Las previsiones del ILCA apuntan a que la ralentización en la creación de empleo ya observada se consolidará en los próximos meses. Así, en el tercer trimestre se crearán 199.400 puestos de trabajo, con un repunte interanual del 1 por ciento, el menor desde 1994, año en el que el mercado laboral español generaba empleo pero también lo destruía. A pesar de ello, el número de ocupados alcanzará un nuevo máximo, con 20.710.000 personas empleadas.
Esta desaceleración del empleo afectará a ambos sexos, de forma que el volumen de varones ocupados aumentará sólo un 0,3 por ciento en tasa interanual, equivalente a 41.000 nuevos trabajadores, mientras que el empleo femenino se incrementará un 1,9 por ciento, con la creación de 159.000 puestos de trabajo. Pese a esta evolución, mujeres y hombres registrarán en septiembre máximos históricos de ocupación, con 8.580.000 y 12.130.000 trabajadores, respectivamente.
Junto a las previsiones del tercer trimestre, el ILCA hace una cuantificación de lo ocurrido en el primer trimestre del ejercicio. De acuerdo con sus datos, el número de parados aumentó entre enero y marzo en 318.100 personas respecto a igual periodo de 2007, lo que se tradujo en un crecimiento relativo del 17,1 por ciento, la mayor subida de los últimos cinco años y medio y tercer trimestre consecutivo en el que crece el desempleo, algo que no sucedía desde 2003. De esta forma, la tasa de paro repuntó más de un punto, hasta el 9,6 por ciento, la cifra más alta de los últimos tres años.
El empleo, por su parte, repuntó un 1,7 por ciento interanual en el primer trimestre, el menor incremento desde finales de 1994, con la creación de 333.100 puestos de trabajo, la cifra más baja desde el segundo trimestre de 1997. El volumen de ocupados se situó así en 20.402.000 personas, 75.000 trabajadores menos que en el trimestre anterior y segundo descenso trimestral consecutivo, lo que no sucedía desde hace 14 años.
Tres de cada cuatro empleos creados en este periodo fueron a parar al colectivo de directivos y a los sectores de hostelería, comercio y servicios personales, mientras que la agricultura y la pesca y el trabajo no cualificado fueron los que más puestos de trabajo perdieron.
Nueve de cada diez empleos, para inmigrantes
Los puestos de trabajo creados entre marzo de 2007 e igual mes de 2008 sólo dieron ocupación al 51,2 por ciento de los que comenzaron a buscar un empleo, la proporción más baja desde 1994, aunque, según Adecco, el aspecto positivo es que no hubo destrucción empleo, pues las personas que pasaron al paro iniciaban la búsqueda de un puesto de trabajo.
El menor ritmo en la creación de puestos de trabajo afectó a ambos sexos, experimentando en el primer trimestre las menores variaciones interanuales de los últimos 13 años. Dentro de esa desaceleración general, las mujeres salieron ganando, pues casi ocho de cada diez nuevos empleos del último año fueron para ellas (263.700), la mejor proporción para el sexo femenino desde mediados de 1991.
De los 333.100 empleos generados en el primer trimestre, nueve de cada diez (302.600) los ocuparon trabajadores extranjeros, con un incremento interanual del 10,7 por ciento, frente al leve crecimiento del 0,2 por ciento registrado por los trabajadores nacionales, que ocuparon 30.500 plazas. Del conjunto de nuevos puestos de trabajo para inmigrantes, el 40 por ciento fueron ocupados por latinoamericanos.
Así, la participación de los extranjeros en la ocupación total de España se situó en el 15,4 por ciento, frente al 14,1 por ciento del primer trimestre de 2007, alcanzando su cifra de ocupados los 3.135.700, el equivalente aproximado a todas las personas que tienen un empleo en la Comunidad de Madrid.
Según Adecco, se ha producido un reemplazo, al menos parcial, de mano de obra española por mano de obra inmigrante, siendo un ejemplo el grupo de los trabajadores cualificados de la industria, la construcción y la minería. Mientras que los españoles perdieron en el primer trimestre 92.500 empleos en este grupo (-3,4 por ciento), los extranjeros han obtenido 101.600 puestos de trabajo, con un aumento interanual del 17,1 por ciento.
Sube más el paro entre los extranjeros
Pese a que el empleo creció en el primer trimestre a un ritmo superior entre los extranjeros, también el número de parados ha subido más deprisa que entre los españoles. En concreto, el paro de los inmigrantes aumentó un 31,6 por ciento en tasa interanual, con 128.600 desempleados más, en tanto que entre los españoles repuntó un 13,1 por ciento, con 189.500 nuevos parados.
Los datos del ILCA revelan además que, por primera vez en la historia, los varones españoles representan menos de la mitad del total de ocupados, debido al mayor empuje del empleo femenino y de los inmigrantes. De esta forma, de los 20,4 millones de ocupados que había al finalizar el primer trimestre, 17,2 millones son españoles (10,1 millones de hombres y 7,1 millones de mujeres) y 3,1 millones de extranjeros (1,7 millones de hombres y 1,37 millones de mujeres).