LD (EFE) El déficit de las Administraciones Públicas españolas se elevó en 2008 a 41.874 millones de euros, el 3,82% del PIB, cuatro décimas más que la última previsión del Gobierno, debido al mayor esfuerzo fiscal que ha sido necesario para afrontar la crisis y a la menor recaudación.
El déficit de las Administraciones Públicas se debió a los saldos negativos que registraron el Estado (el 2,74% del PIB), las comunidades autónomas (1,45%) y los ayuntamientos (0,39%), que no se pudieron compensar con el superávit de la Seguridad Social, que fue del 0,76% del PIB.
Según explicó en rueda de prensa el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, el Gobierno ha puesto "todos los instrumentos a su alcance" para afrontar la crisis, lo que ha supuesto un esfuerzo fiscal "sin precedentes que ha llevado a estas cifras", a través del famoso Plan de Estímuo Económico (Plan E).
Ocaña aseguró que del total del déficit, 1,8 puntos se deben al esfuerzo fiscal hecho desde la Administración central para afrontar el deterioro de la economía. También admitió que la reducción del saldo positivo de la Seguridad Social se debió al mayor gasto en prestaciones por desempleo, aunque recordó que este gasto se financia desde el Estado y no detrae del pago futuro de las pensiones.
Pese al deterioro de las cuentas públicas, Carlos Ocaña señaló que la situación se puede afrontar con "cierta comodidad" debido a que la deuda pública española se situó en el 39,4 por ciento del PIB, muy por debajo del resto de los países de la zona euro, con una media del 68,7 por ciento. Los superávit logrados en años precedentes, aseguró, permitieron reducir la deuda pública española.
Situación "sostenible"
Esto supone ahora que aunque se incurra en déficit durante algunos ejercicios la situación es "sostenible" para las cuentas públicas, porque los saldos negativos serán "coyunturales" y provocados por la crisis. El déficit, continuó, "no amenaza la sostenibilidad de las cuentas públicas", aunque hay que tomarlo como "una llamada de atención" y se debe reconducir en un tiempo "relativamente corto".
Ocaña señaló además que el déficit registrado en 2008 tiene un componente importante de "política económica discrecional", la política contracíclica con la que el Gobierno ha tratado de dar respuesta a la crisis. Tras subrayar que ha sido el Estado -con un déficit del 2,74 por ciento del PIB- el que mayor esfuerzo ha hecho contra la crisis, Ocaña advirtió de que ahora el margen fiscal para nuevas medidas es "muy escaso" y "ya ha sido usado".
El Gobierno se queda sin margen de acción
No obstante, el secretario de Estado señaló que aún se pueden hacer cosas en materia de política económica, como reasignaciones de gasto o impulsando las reformas estructurales. Al detallar las cuentas públicas, Ocaña también señaló que el déficit de 1,45 por ciento registrado por el conjunto de las comunidades autónomas se ha repartido de forma muy heterogénea. En junio se conocerá el desglose de este déficit.
En el caso de los Ayuntamientos, explicó que de los 8.000 consistorios que hay en España la mayoría no incurrieron en déficit y sólo "un grupo muy pequeño" son responsables de la mayor parte del saldo negativo. Mientras, la Seguridad Social redujo su superávit al 0,76 por ciento del PIB debido al fuerte aumento del gasto para las prestaciones por desempleo. Así, el Servicio Público de Empleo Estatal registró un déficit de 5.489 millones de euros, frente al saldo negativo de 388 millones registrado en 2007.
El Inem registra un déficit de 5.489 millones en 2008
Según Ocaña, el Gobierno no va a subir los principales impuestos -el IRPF, el IVA y el Impuesto de Sociedades- a pesar de la reducción de los ingresos y del deterioro de las cuentas públicas provocados por la crisis. "El Gobierno no está pensando en subir impuestos, por lo menos" en lo que se refiere a las "grandes figuras" tributarias, apuntó.
El Gobierno no subirá los principales impuestos
También señaló que el Ejecutivo espera que el déficit público se "reconduzca" a partir de 2011 y se dirija hacia el 3 por ciento del Producto Interior Bruto, a pesar de que la previsión oficial para ese año es de un saldo negativo del 3,9 por ciento, debido a que ese año deberían dejar de aplicarse las principales medidas para afrontar la crisis.
Ocaña confía en este sentido en que el déficit con el que cierre ese ejercicio sea menor al previsto. Las previsiones oficiales del Gobierno apuntan a que este año el déficit de las Administraciones Públicas sea del 5,8 por ciento del PIB, del 4,8 por ciento en 2010 y del 3,9 por ciento en 2011.
Confía en reducir el déficit
"Llegado el momento habrá que tener músculo político" para dejar de aplicar estas medidas, señaló el secretario de Estado, quien señaló que 2011 podría ser el año en el que estas medidas dejen de aplicarse. Además confió en la reducción del déficit por cuenta corriente en la balanza de pagos, que hará que sean menos graves las necesidades de financiación exterior de la economía española, también ayudará a que se reduzca el saldo negativo de las cuentas públicas.
El Plan E pasa factura: El déficit público supera el 3,8% del PIB en 2008
El déficit público alcanzó los 41.874 millones al cierre del pasado ejercicio, lo que equivale al 3,82% del PIB y supera en cuatro décimas lo previsto por el Ejecutivo en la última revisión del cuadro macroeconómico.
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