(Libertad Digital) La fórmula está clara y ha sido probada una y otra vez. No es lo mismo la rebaja de tipos impositivos que la rebaja en la recaudación. La experiencia de Estados Unidos, con rebajas muy pronunciadas en los tipos en los años 20', 60' y 80', muestran que éstas permiten una mayor actividad económica y, finalmente, un mayor nivel de ingresos para el Estado.
Esta es la lógica que sigue la propuesta popular, según ha podido saber Libertad Digital: "La experiencia de otras reformas en España y en otros países europeos pone de manifiesto que las rebajas de impuestos se recuperan a través del incremento en la actividad económica, en al menos un 30 por ciento". Y es exactamente eso lo que espera que ocurra si llegan al poder y la ponen en funcionamiento. El coordinador del programa, Juan Costa, ha declarado que "a largo plazo se va a mantener y mejorar la capacidad de financiación".
La reforma fiscal ideada, pero no precisada, por los populares, ha marcado en parte la agenda del día. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, ha declarado que "en campaña todos nos ponemos estupendos". Pero se refería a la propuesta popular, no a la del programa socialista prometido en las elecciones de 2004 y que preveía la implantación de un tipo marginal único del que no se ha vuelto a hablar. No obstante, se ha felicitado irónicamente sobre la suerte de los políticos, que "tenemos una ventaja sobre los muñecos de madera y es que si mentimos no nos crece la nariz".
Izquierda Unida también ha salido al paso de la propuesta popular. Las rebajas de impuestos son una "trampa para incautos" y ocultan "la finalidad del PP" de "rebajar los impuestos a los ricos". Pretenden, dice Gaspar Llamazares, "dar las migajas a los asalariados" y han anunciado esta medida para que "no se vea tanto que van a rebajar los impuestos a los ricos como en el pasado".