LD (EFE) La batalla legal que mantiene la mayor petrolera de Rusia, Yukos, con el gobierno de este país, los ataques contra las instalaciones petrolíferas de Arabia Saudí e Irak, y la inestabilidad de grandes productores como Nigeria o Venezuela, han desatado el nerviosismo en los mercados.
Tras los altos niveles alcanzados el pasado miércoles, el precio del crudo registró el jueves un pequeño relajamiento, al asegurar el Gobierno ruso que la petrolera Yukos, responsable del 2 por ciento del suministro mundial, seguirá produciendo crudo pese a sus problemas fiscales. Previamente, la petrolera había anunciado que a mediados de agosto se vería obligada a suspender sus actividades, debido a la congelación de cuentas y otras medidas tomadas por las autoridades.
La petrolera, que tiene sus cuentas embargadas por supuesta evasión fiscal, produce 1,7 millones de barriles diarios y sus operaciones representan el 20 por ciento de la producción total de Rusia, segundo exportador petrolero del mundo después de Arabia Saudí. Pese al anuncio del Gobierno ruso, los analistas consideran que la crisis de Yukos es inevitable y que las últimas medidas no han hecho sino demorarla.
De esta manera, el Crudo Intermedio de Texas, el de referencia en EEUU, con vencimiento en septiembre, se cotizaba a las 17.00 GMT en 43,35 dólares, 60 centavos por encima del cierre del jueves. Durante los primeros compases de la negociación en el New York Mercantile Exchange (NYMEX), donde se negocia el crudo, éste llegó a alcanzar los 43,60 dólares, niveles desconocidos en los 21 años de existencia de este contrato y por encima del máximo histórico alcanzado el pasado miércoles, 43,05 dólares.
Entretanto, en Londres, el crudo Brent subía hasta rozar los 40 dólares, el mayor precio desde la primera guerra del Golfo (en 1991), cuando alcanzó los 40,95 dólares.
Tras los altos niveles alcanzados el pasado miércoles, el precio del crudo registró el jueves un pequeño relajamiento, al asegurar el Gobierno ruso que la petrolera Yukos, responsable del 2 por ciento del suministro mundial, seguirá produciendo crudo pese a sus problemas fiscales. Previamente, la petrolera había anunciado que a mediados de agosto se vería obligada a suspender sus actividades, debido a la congelación de cuentas y otras medidas tomadas por las autoridades.
La petrolera, que tiene sus cuentas embargadas por supuesta evasión fiscal, produce 1,7 millones de barriles diarios y sus operaciones representan el 20 por ciento de la producción total de Rusia, segundo exportador petrolero del mundo después de Arabia Saudí. Pese al anuncio del Gobierno ruso, los analistas consideran que la crisis de Yukos es inevitable y que las últimas medidas no han hecho sino demorarla.