L D (EFE) Cordero di Montezemolo, de 56 años, asumió la semana pasada la presidencia de la patronal Confindustria y es desde hace años presidente de Ferrari, marca del grupo Fiat, así como de la asociación de empresas periodísticas.
Al término de la reunión de este domingo, Fiat hizo pública una nota en la que, tras destacar las cualidades humanas y profesionales de Umberto Agnelli, dio cuenta de la elección de Cordero di Montezemolo como nuevo presidente del grupo.
Giuseppe Morchio seguirá como consejero delegado, cargo que ha ocupado en el último año y el desembarco de los jóvenes Agnelli, aparte del ingreso de Elkann como vicepresidente, se completa con la entrada en el Consejo de Administración de Andrea, de veintiséis año, hijo del fallecido Umberto. Otro ingreso en la dirección es el de Tilberto Ruy Brandolini, que también pertenece a una rama de la familia Agnelli. La nueva generación del clan, algunos de los cuales ya no llevan el apellido Agnelli, está presente en la sociedad en comandita a través de la que controlan la principal cuota de Fiat.
La "Giovanni Agnelli&Co", es la comandita que el viejo empresario creó hace años como vehículo para mantener unido al clan y evitar intromisiones de otros posibles interesados en controlar el grupo Fiat. La sociedad también se reunió este domingo y acordó que un veterano colaborador de la familia, Gianluigi Gabetti, asuma su presidencia para reemplazar a Umberto Agnelli.
La comandita integra a unas setenta personas de la familia Agnelli y está considerada la "caja fuerte" a través de la que controlan la principal cuota de Fiat. En ella figura asimismo como nuevo vicepresidente John Philipp Elkann, el heredero apuntado por Giovanni Agnelli antes de su muerte en enero de 2003 y quien posee el mayor porcentaje de acciones en esa sociedad (31,87%), cedidas por su abuelo. Ninguna otra rama o integrante de los Agnelli controla más del doce por ciento, lo que concede un claro dominio a Elkann, que tiene veintiocho años.
Las decisiones de la familia Agnelli han dejado claro que la generación de los veinteañeros está dispuesta a dar un paso al frente y asumir responsabilidades, con la ayuda de colaboradores de confianza como Cordero, Gabetti y Morchio, para intentar el relanzamiento de Fiat.
En los quince meses de gestión de Umberto Agnelli el grupo había mejorado sus finanzas considerablemente, aunque aún está lejos del saneamiento. Según datos recientes, la liquidez del grupo Fiat está por encima de los 5.600 millones de euros, la deuda bruta es de 21.800 millones y la neta de 5.900 millones de euros. Un elemento destacado es que en septiembre de 2005 vence el préstamo de 3.000 millones de euros que ocho bancos italianos hicieron en el verano de 2002 y que ha permitido a Fiat remontar ligeramente el vuelo.
El acuerdo por el que el préstamo fue concedido incluye una cláusula por la cual se puede convertir en acciones de Fiat, lo que en ese caso daría a los bancos una cuota en torno al veintisiete por ciento del capital, mientras los Agnelli se quedarían por debajo de esa cifra.
Al término de la reunión de este domingo, Fiat hizo pública una nota en la que, tras destacar las cualidades humanas y profesionales de Umberto Agnelli, dio cuenta de la elección de Cordero di Montezemolo como nuevo presidente del grupo.
Giuseppe Morchio seguirá como consejero delegado, cargo que ha ocupado en el último año y el desembarco de los jóvenes Agnelli, aparte del ingreso de Elkann como vicepresidente, se completa con la entrada en el Consejo de Administración de Andrea, de veintiséis año, hijo del fallecido Umberto. Otro ingreso en la dirección es el de Tilberto Ruy Brandolini, que también pertenece a una rama de la familia Agnelli. La nueva generación del clan, algunos de los cuales ya no llevan el apellido Agnelli, está presente en la sociedad en comandita a través de la que controlan la principal cuota de Fiat.
La "Giovanni Agnelli&Co", es la comandita que el viejo empresario creó hace años como vehículo para mantener unido al clan y evitar intromisiones de otros posibles interesados en controlar el grupo Fiat. La sociedad también se reunió este domingo y acordó que un veterano colaborador de la familia, Gianluigi Gabetti, asuma su presidencia para reemplazar a Umberto Agnelli.
La comandita integra a unas setenta personas de la familia Agnelli y está considerada la "caja fuerte" a través de la que controlan la principal cuota de Fiat. En ella figura asimismo como nuevo vicepresidente John Philipp Elkann, el heredero apuntado por Giovanni Agnelli antes de su muerte en enero de 2003 y quien posee el mayor porcentaje de acciones en esa sociedad (31,87%), cedidas por su abuelo. Ninguna otra rama o integrante de los Agnelli controla más del doce por ciento, lo que concede un claro dominio a Elkann, que tiene veintiocho años.
Las decisiones de la familia Agnelli han dejado claro que la generación de los veinteañeros está dispuesta a dar un paso al frente y asumir responsabilidades, con la ayuda de colaboradores de confianza como Cordero, Gabetti y Morchio, para intentar el relanzamiento de Fiat.
En los quince meses de gestión de Umberto Agnelli el grupo había mejorado sus finanzas considerablemente, aunque aún está lejos del saneamiento. Según datos recientes, la liquidez del grupo Fiat está por encima de los 5.600 millones de euros, la deuda bruta es de 21.800 millones y la neta de 5.900 millones de euros. Un elemento destacado es que en septiembre de 2005 vence el préstamo de 3.000 millones de euros que ocho bancos italianos hicieron en el verano de 2002 y que ha permitido a Fiat remontar ligeramente el vuelo.
El acuerdo por el que el préstamo fue concedido incluye una cláusula por la cual se puede convertir en acciones de Fiat, lo que en ese caso daría a los bancos una cuota en torno al veintisiete por ciento del capital, mientras los Agnelli se quedarían por debajo de esa cifra.