LD (Europa Press) En un encuentro con los medios, Calzado ha explicado que todas las medidas que han tomado los diferentes gobiernos para proteger a los bancos frente a la crisis van a suponer una subida de tipos a largo plazo, porque los bancos se verán obligados a devolver este dinero.
Así ha señalado que la situación actual "relativamente complicada" que se vive a nivel mundial, está derivada de muchos años con gran liquidez y bajos tipos de interés, además de que "mucha gente ha hecho cosas rarísimas" como las hipotecas 'subprime' "que un tercero compró para la gestión colectiva, lo que es más increíble todavía". "Hay cierta dificultad a la hora de entender que los tipos no sólo tienen que ser acordes a los precios, que también tienen que evitarse las burbujas", apuntó.
En este sentido ha calificado de "sorprendente" la situación actual de la Bolsa, que ha perdido el cincuenta por ciento de su valor en medio año, "algo que ni siquiera pasó en el 2000 con la crisis de los '.com'". Explicó que su bajada se debe principalmente a que los propietarios de Fondos de Inversión prevén que va a seguir bajando y vendan sus acciones para llevar el dinero a los bancos; y por otro lado, a que algunas instituciones con valores de poca cuantía decidan venderlos para adquirir liquidez.
Calzado hizo estas declaraciones en el marco de la mesa redonda 'La crisis financiera a debate', organizada en el Club Financiero Atlántico de A Coruña y que contó además con la presencia de la director general financiera del Banco Pastor, Gloria Hernández, que defendió las actuaciones del Gobierno para atajar la crisis, aunque consideró que llega "demasiado tarde" ya que los problemas de liquidez se arrastran desde agosto del año pasado.
Hernández consideró que en el caso de los bancos españoles, la confianza se ha perdido por cuestiones ajenas a ellos, por lo que el Estado debe actuar para que se recupere esa confianza. En este sentido, señaló que las medidas para recapitalizar los bancos son una inversión del Gobierno que "no cae en saco roto y generará su fruto cuando todo se calme", en un plazo que a su juicio se situará en seis meses para el ámbito financiero, si bien evitó adelantar el fin de la crisis económica porque "cualquier anticipación está abocada al fracaso".
No obstante remarcó que se trata de una medida de "café para todos" que supone "quitarles la ventaja competitiva a los bancos que habían hecho bien los deberes", un hecho que "puede molestar", aunque "se asume" por el beneficio común, si bien reconoció que devolver la liquidez a los bancos es bueno para todos porque éstos ganan prestándoselo a familias y empresas "siempre que sean proyectos rentables y de futuro".
En este sentido, apuntó que a su juicio no subirán los tipos a largo plazo porque, aunque aumente la deuda pública en un primer momento, los valores que los bancos vendan al Estado van a ser de calidad y se vana amortizar pronto. "Va a aumentar la deuda pública pero en un horizonte de tiempo que no va a ser muy largo al final sales del agujero", señaló.