Según ha explicado la entidad en un encuentro con analistas y grandes inversores para presentar la estrategia que desarrollará en el área en el trienio 2007-2009, el objetivo es sacar el máximo partido a las franquicias latinoamericanas, que ya aportan al grupo el 35 por ciento de su beneficio neto.
El Grupo que preside Emilio Botín considera que ha llegado el momento de emplearse a fondo en este área, dada la buena situación económica que atraviesa y las buenas perspectivas de futuro, que son el caldo de cultivo perfecto para el avance de la bancarización, que actualmente es muy baja en estos países.
Asimismo, la entidad quiere potenciar al máximo su imagen y su marca y pretende que al acabar 2009 todas las franquicias latinoamericanas funcionen ya bajo el nombre de Grupo Santander, al igual que ocurre en el resto del mundo, a excepción del Abbey en el Reino Unido y de Banesto en España, según la agencia Efe.
Entre otros objetivos, el Santander pretende doblar el negocio en la región y los ingresos de los clientes entre el año 2007 y el 2009, gracias a cuatro pilares fundamentales: el crecimiento orgánico, la extensión de la marca del banco, la mejora tecnológica y la potenciación del equipo directivo.
Asimismo, el plan del Santander pretende elevar en nueve millones el número de clientes particulares del grupo en Latinoamérica desde los 21 millones actuales hasta los 30 millones al finalizar el 2009.
Este incremento en el número de clientes debe traducirse, según el grupo bancario español, en aumentos superiores al 60 por ciento en el número de nóminas domiciliadas, en tarjetas de crédito, en créditos al consumo y en pólizas de seguros en Latinoamérica.
Según el plan presentado, la entidad también pretende crecer un 51 por ciento en pymes, incorporando más de 400.000 adicionales como clientes del banco, así como un 23 por ciento en empresas, con 15.000 más.
El banco también hará un esfuerzo económico, que cifra en 381 millones de euros (489 millones de dólares), para aumentar sustancialmente sus puntos de venta en la región, así como los cajeros y los centros de atención telefónica