(Libertad Digital) El diario revela que, cuando finalice las operaciones de adquisición de Alliance&Leicester y B&B, tendrá 1.286 sucursales, aunque algunos cierres serán inevitables por solapamientos geográficos y sinergias de grupo.
Y es que la entidad, que cuenta con extensas operaciones internacionales, una fuerte base de capital y limitadas operaciones de banca de inversión, está capeando la crisis crediticia con su expansión del negocio en Reino Unido..
El rotativo recuerda que hace una semana, Emilio Botín se "jactaba" ante sus accionistas de estar un una posición magnífica frente a sus competidores de cara a la adquisición de Alliance&Leicester, aunque no todos confiaban en este argumento.
Sin embargo, tras la operación de B&B, el Santander informa que la operación está, virtualmente, "libre de riesgo", al haber nacionalizado Reino Unido los 42.000 millones de libras (53.152 millones de euros) los activos contaminados.
"Es similar a lo que JP Morgan hizo con WaMu. Nosotros ya teníamos suficientes hipotecas, y ellos (B&B) no tenían una buena cartera de cualquier manera. Lo que tenían era un mix de negocio realmente tóxico", dijo un directivo de la entidad al rotativo
Aunque el banco que preside Botín no es inmune al alza de la morosidad entre los bancos españoles que sigue al final del boom inmobiliario, el diario señala que las cajas y los bancos pequeños serán los que salgan peor parados, frente al BBVA o al Santander, que sólo obtienen una tercera parte de sus ingresos de España.
Por último, el Financial Times subraya que todos los bancos españoles se han beneficiado de la “estricta regulación” impuesta por el Banco de España antes de la crisis financiera.