A pesar de que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, defendía que el sector turístico iba a ser una de las palancas de la recuperación económica, la realidad es bien distinta. Según el informe de la patronal Exceltur publicado este martes "los resultados del segundo trimestre, confirman las previsiones de abril: fuertes y extensivas caídas en las ventas y los beneficios de las empresas turísticas españolas".
El estudio revela que el PIB turístico se desplomó un 6,6% entre marzo y junio, lo que supone una ligera reducción de cuatro décimas respecto a la caída del 7% contabilizada en el primer trimestre.
Y la campaña estival no trae buenos augurios: "aún a pesar de las esperadas reservas de última hora, dados sus precios, la mayoría de empresas turísticas españolas anticipan un verano 2009 aún muy arduo, con nuevas caídas de ventas (para el 71,3% de los encuestados) y beneficios (para el 77,1%), si bien moderándose los ritmos de caída de empleo respecto del verano 2008".
Con todo ello, Exceltur considera que la caída del PIB turístico para el tercer trimestre de verano "nuevamente se moderará levemente" y sitúa el descenso en el 5,7%(casi un punto menos respecto de la del 2º trimestre). Para el conjunto del año la reducción será del 5,6%.
El sector espera que el Gobierno ayude a las empresas, junto con las comunidades autónomas, en su próximo Consejo de Ministros monográfico de Turismo, que se celebrará en Palma el 24 de julio.
Los turistas reducen sus gastos
Aún a pesar de las esperadas ventas de última hora, la mayoría de empresas turísticas españolas anticipan unos meses centrales del verano muy complejos. El estudio revela que "los turistas europeos y españoles seguirán primando destinos de proximidad con tipologías de transporte y de alojamiento más económico" y con "menos alegrías de gasto en los destinos", traducidas en un menor consumo en restaurantes, tiendas de souvenirs, excursiones, etc.
Por su parte, hoteles y agencias de viajes serán los que más sufran en sus resultados estos condicionantes del verano. "La aún indecisa y débil demanda nacional y los menores precios y márgenes por la continuada aplicación de ofertas y descuentos de última hora, se traducirá en nuevas y generalizadas caídas de rentabilidad, previstas como fuertes en hoteles urbanos y vacacionales, mientras en las agencias serán menos intensas", señala Exceltur.
Renfe y las aerolíneas esperan que en el tercer trimestre de 2009 sus ventas mejoren en relación con el mismo período de 2008 y que eso se traslade sobre sus resultados, ayudado en el caso de las compañías aéreas por un precio del petróleo en valores muy por debajo de los del verano de 2008.
Algunas de las principales empresas de alquiler de vehículos y las empresas relacionadas con el ocio cultural y lúdico de proximidad asociado a la demanda española también descuentan un verano con algo más de optimismo en sus cuentas de resultados.
70.000 empleos menos
La patronal prevé "una moderación temporal en el proceso de destrucción de empleo durante los meses de verano. A tenor de las opiniones de los empresarios y de la previsiones actualizadas con los datos hasta el mes de mayo de afiliación a la Seguridad Social y realizadas por Analistas Financieros Internacionales (AFI) sobre la evolución del empleo turístico, la caída en el número de afiliados en las actividades de hostelería y agencias de viaje debiera estabilizarse en torno al 4,4%, esto supone la reducción de algo más de 70.000 empleos".
Según la evolución del segundo trimestre, Exceltur mantiene sus previsiones y espera que el PIB turístico descienda el 5,6% en el conjunto del año 2009. De confirmarse, el turismo volvería a comportarse peor que el conjunto de la economía española por noveno año consecutivo.
"Aunque se reduzca algo la brecha con respecto de las tasas de caída de PIB nacional que los analistas estiman próximo al 4% para el cierre de 2009 y la mayor contribución que en años anteriores tenia la construcción ya no pueda distorsionar en 2009 ese menor peso tradicional que el turismo ha tenido estos últimos años, siguen evidenciándose los problemas de competitividad estructural, que cada vez con mayor intensidad demandan una respuesta estratégica a escala país, liderada por el Gobierno en coordinación con todas las administraciones públicas, en especial las comunidades autónomas, los empresarios y demás agentes del sector", concluye el informe.