LD (EFE) Según Endesa, el Estado "indudablemente" habría recurrido a técnicas coercitivas para proteger esta actividad si considerara que realmente está en juego la seguridad pública. Por todo ello la eléctrica concluye: "no parece que pueda calificarse seriamente como de seguridad pública un interés que se protege mediante un instrumento de fomento".
Además, para la compañía esta decisión es incoherente, ya que la enajenación ordenada por la CNE es una intervención "vinculante" y "especialmente incisiva" que olvida que previamente la Administración ha optado por un sistema de fomento del consumo mediante incentivos. Endesa señala también que los objetivos de consumo establecidos en el Plan de la Minería del Carbón 2006-2012 "son, de facto, vinculantes".
La CNE aprobó el pasado 27 de julio la opa presentada por E.ON sobre Endesa, pero con la condición de que venda las centrales que consumen carbón nacional, Compostilla, Teruel y Anllares, que tienen una potencia conjunta de 2.423 megavatios (MW). La CNE también condiciona la operación a que E.ON se deshaga de los activos de Endesa en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla y la nuclear de Ascó I, y a la cesión de la gestión en las demás nucleares en las que la eléctrica española está presente: Santa María de Garoña, Almaraz I y II, Ascó II, Vandellós II y Trillo.
Por otro lado, la eléctrica que preside Manuel Pizarro recuerda que Viesgo, filial de la italiana Enel, es propietaria de la central de Puente Nuevo y consume carbón nacional, sin que se hayan producido las anomalías advertidas por la CNE en su resolución. Según Endesa, esta circunstancia acredita que una sociedad controlada por capital extranjero no impide el mantenimiento del consumo de carbón nacional.
Además, para la compañía esta decisión es incoherente, ya que la enajenación ordenada por la CNE es una intervención "vinculante" y "especialmente incisiva" que olvida que previamente la Administración ha optado por un sistema de fomento del consumo mediante incentivos. Endesa señala también que los objetivos de consumo establecidos en el Plan de la Minería del Carbón 2006-2012 "son, de facto, vinculantes".
La CNE aprobó el pasado 27 de julio la opa presentada por E.ON sobre Endesa, pero con la condición de que venda las centrales que consumen carbón nacional, Compostilla, Teruel y Anllares, que tienen una potencia conjunta de 2.423 megavatios (MW). La CNE también condiciona la operación a que E.ON se deshaga de los activos de Endesa en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla y la nuclear de Ascó I, y a la cesión de la gestión en las demás nucleares en las que la eléctrica española está presente: Santa María de Garoña, Almaraz I y II, Ascó II, Vandellós II y Trillo.
Por otro lado, la eléctrica que preside Manuel Pizarro recuerda que Viesgo, filial de la italiana Enel, es propietaria de la central de Puente Nuevo y consume carbón nacional, sin que se hayan producido las anomalías advertidas por la CNE en su resolución. Según Endesa, esta circunstancia acredita que una sociedad controlada por capital extranjero no impide el mantenimiento del consumo de carbón nacional.