LD (EFE) En su recurso a la resolución de la CNE, presentado este viernes ante el Ministerio de Industria, Endesa argumenta que el motivo para imponer las condiciones es "exclusivamente el carácter extranjero de E.ON" y no la amenaza real y grave para el suministro que pudiera derivarse de la adquisición de la eléctrica.
Según recuerda Endesa las circunstancias de no vocación de permanencia en España, exclusión del ámbito de jurisdicción y pertenencia a un grupo empresarial internacional que destaca la CNE respecto a E.On, se darán siempre que la empresa adquiriente sea extranjera, independientemente de si la ejecución de la operación afecta o no al suministro energético.
Además, la eléctrica llama la atención sobre el hecho de que existen empresas extranjeras que gestionan centrales nucleares y de carbón nacional que no actúan en contra de la seguridad del suministro y que, aunque existe "la posibilidad" de que lo hagan, en ningún momento se ha convertido en una amenaza real para el mismo.
Hidrocantábrico, controlada por la portuguesa EDP, participa en la nuclear de Trillo, mientras que Viesgo, filial de la italiana Enel, es propietaria de las centrales térmicas de Puertollano y Puente Nuevo. "La realidad demuestra de forma indudable que la posibilidad de que una empresa extranjera que pasa a controlar una empresa española obre de manera contraria a las exigencias de la seguridad del suministro es meramente eso, una posibilidad", señala la eléctrica que preside Manuel Pizarro.
Asimismo, Endesa considera que el ordenamiento jurídico español es "suficiente" para garantizar el suministro energético, por lo que las condiciones que establecen las desinversiones resultarían "innecesarias" para garantizar este fin.
Según recuerda Endesa las circunstancias de no vocación de permanencia en España, exclusión del ámbito de jurisdicción y pertenencia a un grupo empresarial internacional que destaca la CNE respecto a E.On, se darán siempre que la empresa adquiriente sea extranjera, independientemente de si la ejecución de la operación afecta o no al suministro energético.
Además, la eléctrica llama la atención sobre el hecho de que existen empresas extranjeras que gestionan centrales nucleares y de carbón nacional que no actúan en contra de la seguridad del suministro y que, aunque existe "la posibilidad" de que lo hagan, en ningún momento se ha convertido en una amenaza real para el mismo.
Hidrocantábrico, controlada por la portuguesa EDP, participa en la nuclear de Trillo, mientras que Viesgo, filial de la italiana Enel, es propietaria de las centrales térmicas de Puertollano y Puente Nuevo. "La realidad demuestra de forma indudable que la posibilidad de que una empresa extranjera que pasa a controlar una empresa española obre de manera contraria a las exigencias de la seguridad del suministro es meramente eso, una posibilidad", señala la eléctrica que preside Manuel Pizarro.
Asimismo, Endesa considera que el ordenamiento jurídico español es "suficiente" para garantizar el suministro energético, por lo que las condiciones que establecen las desinversiones resultarían "innecesarias" para garantizar este fin.
Por otro lado, la eléctrica estima que no se dan precedentes a las desinversiones impuestas por la CNE, excepto en la autorización dada a Gas Natural, aunque Endesa encuentra diferencias "sustanciales" con aquella resolución, ya que, a su juicio, la venta de activos era "imprescindible" para que la OPA de la gasista pudiera financiarse. En noviembre de 2005, la CNE obligó a Gas Natural a vender activos de Endesa por valor de 8.200 millones de euros para autorizar su OPA sobre la eléctrica.
El 27 de julio pasado la CNE aprobó la opa de E.ON con la condición de que venda las centrales térmicas de la Endesa que utilizan carbón nacional (Compostilla, Andorra y Anllares), los activos que tiene en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, la central nuclear de Ascó I, y ceder la gestión del resto de las nucleares participadas por Endesa: Santa María de Garoña, Almaraz I y II, Ascó II, Vandellós II y Trillo.