LD (Europa Press) El precio de 41,30 euros por acción a que finalmente pondrán sobre la mesa las compañías presididas por Piero Gnudi y José Manuel Entrecanales arroja una prima del 1,86 por ciento respecto a los 40,25 euros a los que cerraron este martes los títulos de Endesa en el mercado continuo, tras subir un 0,22 por ciento. A esta contraprestación habrá que sumarle los intereses devengados desde que fue anunciada la OPA.
Por su parte, los gestores de la compañía que preside Manuel Pizarro están estudiando por el momento los informes realizados por el equipo jurídico de la eléctrica, así como por los bancos asesores contratados, que serán la base para adoptar una decisión definitiva sobre el asunto. Enel y Acciona podrían enfrentarse así a la oposición de los gestores de Endesa, tal como ocurrió con la oferta de Gas Natural, que estuvo paralizada por decisión judicial durante casi diez meses debido a la defensa numantina liderada por Manuel Pizarro.
En este sentido, fuentes jurídicas consultadas por la agencia de noticias Europa Press consideran que los representantes legales de Endesa están estudiando las diferentes actuaciones a seguir en este ámbito, como la presentación de eventuales demandas ante instancias jurídicas tanto españolas como estadounidenses, aunque aseguraron que por el momento no hay ninguna decisión.
Una de las posibilidades que cobra más cuerpo es la petición de medidas cautelares para anular la OPA de Enel y Acciona, al haber formalizado un pacto que para los gestores de Endesa podría ser colusorio, como ya hicieron con el acuerdo suscrito entre Gas Natural e Iberdrola para el reparto de activos de la eléctrica. Por otro lado, Endesa podría pedir suspender la OPA del tándem hispano-italiano por el perjuicio causado a los accionistas que vendieron en el mercado a Enel y Acciona a un precio inferior a la contraprestación que ahora recoge su oferta de 41 euros por acción.
La última dirección por la que se podría dirigir la eléctrica se centra en la búsqueda de una nuevo 'caballero blanco', tal como ya hizo con E.On para competir con la oferta de Gas Natural, aunque también se apunta a una posible compra de una participación de Enel para poner de manifiesto la asimetría del mercado italiano, con lo que se volvería a poner en alerta a Bruselas, dado que ninguna empresa, excepto el Gobierno, puede ejercer sus derechos de voto por encima del 3 por ciento.