Cuatro economías de Asia-Pacífico continúan liderando el ranking: Hong Kong, Singapur, Australia y Nueva Zelanda. El Reino Unido abandona el top 10 y entra Chile. Islandia desciende y Suiza escala posiciones.
Entre los países cuya puntuación más ha caído respecto al año previo se encuentran: Bolivia, Libia, Venezuela, Eritrea, las Bahamas, Mongolia, China, el Reino Unido y Estados Unidos (que, no obstante, continúa en el top 10). Algunos de los países que más han avanzado son: Qatar, México, Kuwait, los Emiratos Árabes Unidos, Macedonia, Polonia, Turquía, Colombia y Bosnia y Herzegovina.
El Top 20 de este año:
El ranking completo puede verse aquí.
El índice mide diez componentes de libertad económica entendida como el derecho del individuo a controlar su trabajo y su propiedad. En una sociedad económicamente libre, explica el estudio en su introducción, los individuos deben poder trabajar, producir, consumir e invertir como deseen, y el Estado protege y no interfiere en este derecho. En la medida en que un Estado permite el libre movimiento de trabajo, capital y bienes, puntúa mejor en el Índice (hasta un máximo de 100 puntos).
El Índice de este año registra por segunda vez en su historia un descenso de la libertad económica global, al aumentar ligeramente la intervención pública en motivo de la crisis económica. El descenso, sin embargo, ha sido muy leve (0,1 punto de media), y muchos países han experimentado un avance de la libertad en el contexto de la crisis.
El Índice sigue ilustrando la estrecha correlación entre la libertad económica y el progreso social y la calidad de vida (véase el gráfico poniendo en relación la libertad económica con el Producto Interior Bruto per cápita).
De la economía española el Índice destaca las ventajas de una notable libertad empresarial, libertad de comercio, libertad de inversión y finanzas, y fortaleza de los derechos de propiedad. Sin embargo, apunta también varios retos a superar: la libertad fiscal, el gasto público y la flexibilidad del mercado laboral.