La semana pasada el Premio Nobel de Economía de 2008 Paul Krugman insistió en que la receta que debe aplicar España para salir de la crisis y cambiar el modelo productivo es la "devaluación" con ajustes de salarios y precios.
En una conferencia celebrada en Buenos Aires, Krugman señaló que España deberá someterse a una fuerte "devaluación interna", con recortes de salarios y precios, para salir de la crisis ya que no puede esperar ayudas de la Unión Europea (UE).
"España realmente no tiene otra alternativa más que lo que se puede llamar una devaluación interna. Tiene que tener una caída en sueldos y precios, un descenso relativo respecto a Alemania", dijo Krugman en una rueda de prensa ofrecida en la capital argentina, informa Efe.
El economista sostuvo , en una disertación ante empresarios, que el euro, como moneda única, "plantea problemas graves para regiones deprimidas de Europa como España que no tiene una forma real de ajustarse".
España carece de competencia para devaluar su moneda tras la entrada en la Unión Monetaria. La política cambiaria la establece en exclusiva el Banco Central Europeo (BCE). Desde el inicio de la crisis económica, a mediados de 2007, las grandes potencias han apostado por devaluar sus monedas, como en el caso de EEUU y Gran Bretaña, con el fin de impulsar sus exportaciones y corregir sus elevados déficits por cuenta corriente (es el caso de EEUU).
España carece de esta opción. En 2008, algunos expertos ya apuntaban a la necesidad de la devaluación monetaria como solución a la crisis económica en España. Sin embargo, al carecer de este mecanismo, la economía nacional no tiene más remedio que aplicar una "devaluación interna", según Krugman. Algo que, en la práctica, se traduciría en caída de precios y salarios o, dicho de otro modo, deflación.
España tuvo esta "monstruosa burbuja de construcción" que colapsó y ahora tiene un 19% de desempleo y necesita, o bien que los trabajadores se trasladen a otras partes de Europa, o bien una caída en sus salarios relativos", indicó el Nobel.
"Pero los trabajadores no se trasladan con tanta libertad dentro de Europa. Es muy difícil que los costos y los salarios estén alineados (con la UE). Hace 20 años España hubiera devaluado la peseta, pero hoy no hay peseta, está el euro, y esto parece que les está resultando un chaleco de fuerza", añadió. Al ser consultado sobre si España debería recibir alguna ayuda especial de la UE, Krugman dijo que "simplemente sí, pero eso no va a suceder".
La dura vuelta a los precios del 2000
"No me gusta esto, no es una manera de ajustarse, pero es la única forma disponible. Odio esto: no me gusta la deflación, pero la realidad es que va a suceder. La pregunta es si va a pasar durante diez años de sufrimiento o relativamente rápido", se preguntó el economista.
Pero, ¿hasta qué punto es necesario reducir precios y salarios? En este sentido, el analista Edward Hugh, perteneciente a la firma de análisis RGE Monitor, que dirige Nouriel Roubini, lo tiene claro: España debe "regresar a los precios y salarios del año 2000 y volver a empezar".
"España sólo puede crear puestos de trabajo a través de las exportaciones. El problema es que, con los precios de Bruselas, no puede atraer inversiones para construir nuevas fábricas y así crear empleos no cualificados en gran volumen", con el fin de absorber el abultado stock de desempleados que ha provocado el desplome del sector inmobiliario.
La clave del juego, en la actualidad, radica en que España no está en competencia directa con Bruselas sino con "Bratislava" (capital de Eslovaquia). "No es agradable, pero simplemente es así". España ha atraído a un gran volumen de trabajadores poco cualificados para trabajar en la construcción al calor de la burbuja inmobiliaria de la última década, pero esta industria ha desaparecido tras el estallido del boom.
Por ello, según Hugh, la economía nacional necesita "urgentemente encontrar alternativas", ya que no se puede permitir el lujo de pagar a los desempleados 420 euros al mes "eternamente", en referencia al PER nacional para parados que ya no cobran subsidio por desempleo.
"Esto es algo más que un simple ejercicio académico. Ahora, es una cuestión de vida o muerte para la economía española". Hugh advierte de que España, "básicamente, necesita regresar a los precios y salarios del año 2000 y empezar de nuevo".
Es decir, al igual que Krugman, apuesta por simular una devaluación interna mediante un fuerte descenso de precios y salarios para mejorar la competitividad de la economía española. Sin embargo, Hugh matiza que la única forma de hacerlo es mediante un "acuerdo entre empresarios, sindicatos y partidos políticos". Algo impensable en estos momentos.
"Nadie dice que vaya a ser fácil, pero es la única alternativa" . Y es que, España "no debería haber inflado la burbuja inmobiliaria en primer término". Ahora se impone el ajuste vía precios a la baja (deflación).