El profesor de la escuela de negocios explica que para seguir la senda del crecimiento se tiene que producir un desapalancamiento y un saneamiento de la economía, especialmente en lo que se refiere a la exposición inmobiliaria del sistema financiero.
En este sentido, Mena estima que la reforma más importante es la del sistema financiero. "Aunque es cierto que se prevé pasar de 45 cajas de ahorros a 17 entidades, el sistema financiero español no tiene dificultades en su conjunto", apunta. Sin embargo, cree que hasta que los bancos no recuperen lo invertido en construcción y remonten la deuda exterior no financiarán ni se retomará la concesión de créditos. "Mientras no se desatasque esta situación, el crédito, que es necesario para recuperar la capacidad de crecer, no va a fluir", añade.
Mena considera también que "la reforma que se ha llevado a cabo en el ámbito laboral se ha quedado a medio camino". Por ello, apuesta por trabajar en tres frentes: la dualidad del mercado de trabajo, la excesiva centralización de la negociación colectiva y la necesidad de un modelo de protección del desempleo. Además, el profesor de ESADE califica de "patata caliente" la protección al desempleo, ya que "más del 40% de la población en paro agota el subsidio y los planes de formación, y las ayudas actuales no incentivan la reincorporación al trabajo".
La reforma de las pensiones, necesaria
Por otra parte, Mena destaca la relevancia de la reforma de las pensiones que el Gobierno español tiene previsto aprobar el próximo 28 de enero, ya que, a su juicio, es "necesaria" para evitar que "el sistema entre en colisión". "Nuestra pensión salarial es de las más elevadas de Europa; aún estamos en superávit, pero sin reformas se acabará pronto con el fondo de reserva", advierte.