L D (Agencias) El ejecutivo Francisco Gómez Roldán, nacido en Madrigalejos (Cáceres) hace 53 años, estaba casado y tenía dos hijos. Tras conocer el fallecimiento, un portavoz del banco afirmó: "lamentamos profundamente la pérdida de Paco Gómez Roldán, un extraordinario directivo con grandes capacidades de gestión y cualidades humanas, que ha desempeñado una gran labor en el Grupo Santander y recientemente como directivo del Abbey".
Gómez Roldán fue el ejecutivo elegido por Emilio Botín para dirigir la marcha de su última gran adquisición, el británico Abbey, donde ejerció de consejero delegado desde noviembre de 2004 hasta el pasado 6 de julio, cuando dimitió debido a su enfermedad. Era tambiénun hombre de la confianza del consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, quien lo fichó cuando estaba al frente de Banesto, aunque después supo ganarse también la del presidente del grupo, informa Efe.
Desde los 70
La carrera de Gómez Roldán en el mundo de la banca y las finanzas se inició en los años 70, aunque no fue hasta 1989 cuando fue nombrado primer ejecutivo de la sociedad de bolsa BBV Interactivos. Permaneció en la filial del BBV hasta 1992, cuando el entonces presidente de Argentaria, Francisco Luzón, con el que se volvió a encontrar en el Santander, le llamó para ocupar una de las direcciones generales, con responsabilidades en el área de política financiera y de recursos propios.
En 1996, y ya con Francisco González como presidente de Argentaria, fue nombrado consejero delegado del banco, un puesto que abandonaría en 1999 cuando se produjo la fusión entre esta entidad y el Banco Bilbao Vizcaya (BBV). Cinco meses después de esta fusión, Francisco Gómez Roldán anunció que abandonaba el BBVA -donde no se le había asignado ningún cargo directivo- para dedicarse a nuevos proyectos relacionados con las nuevas tecnologías e Internet.
De Avanza a Banesto
Así, constituyó junto a Marcial Portela, director general del entonces BSCH, la sociedad Avanza, dedicada a tomar participaciones en incipientes empresas on line, aunque abandonó esta actividad al incorporarse a Banesto en junio del 2000 como consejero delegado. Menos de dos años después, en marzo de 2002, fue reclamado para la dirección financiera del Grupo Santander.
El último gran reto que le plantearon Botín y Sáenz fue pilotar el despegue de Abbey, objetivo que estaba cumplimiento mejor de lo previsto cuando tuvo que renunciar al cargo a principios de este mes. Era ingeniero agrónomo y economista de formación, y un gran aficionado al campo extremeño, a la pesca de río y a la caza de aves.