LD (Agencias) Por lo que se refiere a la política de adquisiciones, Villén ha señalado que el grupo presidido por Rafael del Pino "no está buscando activamente adquisiciones", a la vez que explicó que "si hay oportunidades en el mercado serán de índole pequeño o mediano, pero nunca del tamaño de la operación de BAA". A juicio de Villén, tras la compra del gestor de aeropuertos británico BAA, el grupo "sigue teniendo capacidad de inversión", pero reconoció que el objetivo de la compañía es ahora digerir esta adquisición, valorada en 15.000 millones de euros. "No necesitamos comprar en exceso porque tenemos una capacidad de crecimiento orgánico importante", agregó el directivo, quien no quiso precisar cuándo la empresa habrá digerido la compra de BAA.
La venta a la compañía australiana del 50 por ciento que Ferrovial tiene en el aeródromo británico de Bristol puede cerrarse "en cualquier momento dentro de los tres próximos meses", detalla Villén. La transacción se realizará por 600 millones de euros y generará plusvalías de más de 300 millones de euros. En cuanto a la enajenación del 20,9 por ciento que Ferrovial tiene en el aeropuerto australiano de Sydney, generará plusvalías de unos 100 millones de euros. El directivo de la compañía indicó que a transacción está programada para el primer trimestre del año, "aunque se puede adelantar".
La venta de estos activos es fruto de un acuerdo que Ferrovial y Macquarie firmaron el pasado mes de marzo. La venta se condicionó al cierre de la adquisición de BAA por parte de Ferrovial, que además se comprometió a contar con Macquarie Bank como coasesor financiero en la operación.
Aumento de la deuda
El director Económico Financiero indicó que el grupo realizó una inversión récord de 4.308,3 millones de euros hasta septiembre, de la que el grueso se destinó a la adquisición de BAA. Sin embargo, el grupo cerró los nueve primeros meses con una deuda de 34.049,9 millones de euros, en su mayor parte sin recurso al grupo, frente a los 8.995,7 millones de euros que registró al cierre de diciembre de 2005.
El endeudamiento atribuido a la matriz se situó en 1.007,7 millones de euros, una cifra "nada preocupante con la que "se puede convivir", y que se pagará con el cash flow (flujo de caja) procedente de las divisiones Construcción, Inmobiliaria y Servicios. La deuda sin proyectos de infraestructuras asciende a 4.556,6 millones de euros, frente a los 129 millones del mismo periodo del año anterior. En este sentido, Villén afirma que la estrategia del grupo sigue siendo lograr una deuda neta consolidada de 32.000 millones de euros para el resto del año.
El director Económico de la compañía ha destacado que la incorporación de BAA modifica por completo la estructura de Ferrovial, dado que las ventas internacionales ya representaron el 54 por ciento del grupo, frente al 46 por ciento de las nacionales. En la misma línea, la aportación de las actividades de Infraestructuras y Servicios es ahora del 70 por ciento del resultado neto de explotación de Ferrovial, frente al 30 por ciento de las actividades de Construcción e Inmobiliaria. Según Villén, la aportación de BAA al beneficio del grupo será negativa, tal y como ya estaba previsto, hasta el periodo 2009-2010. El alto directivo de Ferrovial no quiso, sin embargo, dar previsiones de los resultados de Ferrovial para el conjunto del año, pero sí aseguró que serán "bastante positivos".