Tras la apertura oficial del período de consultas para la negociación del ERE, la compañía explicó que la reestructuración, que afectará al 8% de la plantilla de Almussafes, está en línea con las actuaciones globales emprendidas por la compañía.
Asimismo, justificó su decisión de suprimir el tercer turno de la planta valenciana por la caída "sin precedentes" del mercado automovilístico europeo que, pese a la implantación de planes de achatarramiento, sigue en una situación de "gran debilidad". Además, Ford no espera mejoras a medida que expiren las ayudas a la compra.
Según los cálculos de la firma del óvalo, el mercado automovilístico español se reducirá este año en 700.000 unidades respecto a 2008, lo que para Ford se traducirá en un descenso de las matriculaciones de 70.000 unidades.
La marca recordó que Ford Europa ha emprendido acciones encaminadas a adaptar su producción a la debilidad de la demanda, mediante la reducción de personal y turnos de producción en San Petersburgo (Rusia), Southampton (Reino Unido) y Genk (Bélgica).
Además, Ford destacó que el ajuste en Almussafes no altera el compromiso de la compañía con la planta de Valencia, en la que el grupo ha comprometido una inversión de 425 millones de euros, y a la que ha adjudicado la producción en exclusiva desde 2010 del nuevo C-MAX y del motor de bajas emisiones 2.0 Ecoboost.