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Gallardón se viste de ecologista y prohíbe los taxis diésel

Los nuevos autobuses y taxis de Madrid que se adquieran según se vaya modernizando la flota no podrán utilizar diésel como combustible, según aseguró este miércoles el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón.

Aunque el primer edil no concretó más esta medida, afirmó que "la Empresa Municipal de Transportes (EMT) no volverá a comprar vehículos diésel y la renovación de los taxis a partir del momento en que agoten su vida útil no podrá volver a ser con vehículos diésel".

Durante un desayuno informativo organizado por Siemens en el Florida Park de El Retiro para presentar sus 'smart grids', es decir, las redes inteligentes de suministro eléctrico, Gallardón señaló que el Consistorio no obligará al sector a adquirir ninguna tecnología en concreto (eléctrica, híbrida, de gas...) pero sí establecerá "los parámetros para pensar no sólo en el dióxido de carbono (CO2) sino también en el dióxido de nitrógeno".

"El dióxido de carbono (CO2) no es el principal problema de Madrid ni de ninguna de las grandes ciudades europeas. Durante muchos años hemos hecho políticas para reducir el CO2, algunas equivocadas como el uso del diésel, porque muchas de esas tecnologías han disparado el NO2", explicó el primer edil, añadiendo además que precisamente son "los vehículos de los últimos diez años y de renovación difícil los más emisores de NO2".

Desde hace unos meses, el Consistorio trabaja con el sector del taxi en una nueva ordenanza. Así, aunque fuentes municipales aseguraron a Europa Press que el objetivo de que ningún taxi sea diésel es "a largo plazo" y que el cambio se hará "paulatinamente", se podría aprovechar el cambio normativo para obligar a acelerar el proceso.

Es decir, que la nueva ordenanza podría introducir el requisito de que los coches no funcionen con diésel para poder conseguir una licencia de taxi o para renovarla cuando se agote la vida útil del vehículo, y no quedarse sólo en los incentivos para el uso de tecnologías más limpias como las exenciones de impuestos o del pago de la zona SER.

"Ruta verde" europea

Por otra parte, el regidor madrileño avanzó que el Ayuntamiento está trabajando con las principales empresas petrolíferas que cuentan con gasolineras en la ciudad para implantar en todas ellas 'electrolineras', es decir, puestos de recarga para los coches eléctricos.

El objetivo es "hacer unas rutas eléctricas transnacionales a nivel europeo, en las que esté incluida Madrid, para que con la autonomía de los vehículos actuales sea posible hacer, por ejemplo, el trayecto Lisboa-Berlín sabiendo que hay dónde recargar las baterías de los coches".

Y es que hoy en día la autonomía de este tipo de vehículos es de unos 200 kilómetros, con lo que esta iniciativa, en la que participa el Ministerio de Industria, la Unión Europea y varias ciudades españolas, servirá para "demostrar que es viable una Ruta Verde Eléctrica".

"El objetivo es convertir a Madrid en una de las ciudades más verdes del mundo", apostilló Gallardón, recordando que en la capital se instalarán hasta 500 puntos de recarga a los que se accederá con una tarjeta identificativa que almacenará los datos de recarga.

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