Pau Gasol (Sant Boi de Llobregat, 1980) habla de economía y del negocio del deporte. Generalmente es preguntado por temas deportivos, pero se siente cómodo hablando sobre el modelo económico de la NBA y su hipotética implantación en Europa.
La UEFA ha confirmado que la institución está estudiando fórmulas cercanas a la del tope salarial para paliar los efectos de la crisis económica en el fútbol. El modelo que plantea Michel Platini como solución a este bache financiero está basado en el modelo de liga cerrada de la NBA, con plantillas con un máximo de 25 jugadores, un tope salarial que al ser traspasado obligaría a los equipos a pagar un impuesto de lujo y un draft para elegir estrellas de futuro procedentes de las categorías inferiores. Según David Taylor, secretario general de la UEFA, el impuesto de lujo sería “el primer paso para controlar la situación financiero de los clubes europeos, gravando los excesos”.
Los principales clubes europeos rechazaron en febrero una propuesta que limitaba el gasto en jugadores, aunque hay opiniones para todos los gustos. José Manuel Calderón, base titular de los Toronto Raptors, cree que el límite salarial es un buen sistema. “Es una forma de que todo el mundo esté más igualado, que se pueda fichar a los mejores jugadores”.
El debate ha llegado incluso hasta el Congreso de los Diputados. Joan Herrera, diputado de ICV en la Cámara Baja, defendió una Proposición no de Ley sobre la materia. “Si en el modelo más liberal del planeta, en Estados Unidos, hay un límite en los salarios y en los fichajes, y tenemos la experiencia de la NBA, ¿por qué no lo podemos hacer aquí?”. Eso es precisamente lo que le preguntamos a Pau, antes de viajar con la Selección a Polonia para disputar el Europeo que arrancó el lunes.
Pregunta: ¿Crees que la implantación del límite salarial en deportes de equipo en Europa haría más iguales y justas las competiciones?
Respuesta: El límite salarial es una medida que se tuvo que tomar aquí debido a los salarios de muchos jugadores. No creo que sea una medida exportable a las ligas europeas porque el perfil de empresa o de club es distinto. Lo veo inviable.
P: Ha habido ya ejemplos de jugadores NBA que marchan a Europa porque tienen mejores ofertas y además ganan cambiando euros por dólares. Medio en broma y medio en serio, se especuló con ofertas de muchos ceros para Lebron James en el Viejo Continente. ¿Crees posible que propietarios de equipo europeos puedan competir con equipos NBA por fichar superestrellas?
R: Me parece un poco utópico que eso se pueda producir por la gran dimensión que tiene la NBA respecto a las demás. Me cuesta pensar que eso sea posible.
P: La explosión de jugadores europeos como tú ha abierto las puertas europeas y la NBA cada vez organiza más giras en ese continente. ¿Ves viable que en un futuro no muy lejano Europa pueda ser sede de una conferencia de la NBA?
R: Puede ser que en un futuro se llegara a producir, pero lo veo bastante alejado de la realidad actual y no creo que suceda en un futuro inmediato. Si esta situación se llegara a producir, tengo la sensación de que yo ya no estaría jugando.
P: El impacto que has tenido sobre los aficionados desde que juegas en los Lakers se ha multiplicado por mil. ¿Cómo es ahora un día normal de tu vida en California y qué diferencias sustanciales encuentras a cuando jugabas en Memphis?
R: El estar en una franquicia ganadora, que lucha por el título, hace que las cosas sean muy distintas, tanto en el aspecto personal como en el profesional. Los Angeles es una ciudad que ofrece enormes posibilidades a casi todos los niveles y con una gran oferta cultural, y eso sí que supone un aliciente importante respecto a Memphis.
P: Según los últimos datos oficiales de la NBA, tu camiseta fue la sexta más vendida este año cuando 12 meses atrás estaba en el puesto 15... ¿Tanto has mejorado de un año para otro, jugar al lado de Bryant hace que te enfoquen más cámaras o ha habido una epidemia de fiebre amarilla?
R: Por supuesto, el hecho de estar en un equipo ganador, en una franquicia como los Lakers, con una exposición tan grande se nota mucho, y multiplica tu exposición mediática. La gente me conoce más. Además, haber disputado las finales hace que todo el mundo te conozca y hable más de ti.
P: Tienes 29 años y aunque todavía esté lejos, ¿a qué te gustaría dedicarte al acabar tu carrera?
R: Supongo que me gustaría dedicarme a algo relacionado con el deporte, para seguir promoviéndolo y tratar de inspirar a más jóvenes a seguir practicándolo en nuestro país.