El actual responsable de las operaciones del consorcio automovilístico en Europa, Nick Reilly, ya había advertido de que el saneamiento de Opel exigiría inyección económica pública, pero hasta ahora no había pedido dinero de forma directa.
Ha sido a través de una carta remitida al Gobierno central y aragonés en la que GM destaca la importancia de la planta española y pide apoyo financiero.
La petición la ha desvelado el consejero de Industria, Turismo y Comercio del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, quien esta misma mañana ha recibido la misiva en cuestión. El consejero ha dicho haberla leído "con mucha satisfacción" y que es "cortés, amable y comprometida porque manifiesta la importancia de la planta".
"Una carta sinceramente muy agradable en la que viene a decir que la planta de Zaragoza es importante, así como su base de proveedores, nos agradece el trabajo y pone de manifiesto la necesidad de instrumentar el plan de apoyos", ha señalado Aliaga.
En este sentido, el Ejecutivo autónomo "ya tiene aprobado un aval desde hace casi un año" y que "ahora hay que materializar, así como la coordinación con el Ministerio", ha recordado el consejero.
Eso sí, al igual que se hizo con Magna, antes de pactar ayudas, las autoridades españolas exigen un plan industrial razonable. "Sabe que para empezar a negociar tiene que mantener la producción con los dos turnos; el equilibrio entre las plantas de Eisenach (Alemania) y Zaragoza; lanzar los modelos previstos para 2013, incluido el sustituto del Combo bajo la GSV -Global Small Vehicle-; y mantener las cuestiones relativas a las prensas y las matrices", ha dicho el consejero.
Arturo Aliaga ha apuntado que "se les dejó claro de palabra y esperemos que no vengan con una propuesta menor que la negociada entre mayo y octubre y que incluye ocho puntos mínimos y el tope de despidos cifrado en 900", ha concluido.