"Habría que analizar con profundidad la posible implantación de un nuevo contrato de trabajo indefinido -solo para nuevos trabajadores y, por tanto, sin afectar a aquellos con un contrato indefinido vigente- que pudiera introducir más flexibilidad en la indemnización", sostiene en un artículo de la revista 'Outlook' de Accenture.
Para Gorigolzarri, esto supondría aumentar la protección efectiva de los trabajadores y eliminar la segmentación existente en el mercado laboral entre asalariados fijos y temporales, promoviendo un empleo estable y de calidad que aumente la produtividad y competitividad de las empresas.
Según el consejero delegado del BBVA, "parece más necesario que nunca" que los agentes encuentren lugares comunes "para avanzar hacia un mercado laboral que elimine las ineficiencias actuales y los consecuentes problemas de equidad existentes".
Asimismo, el 'número dos' de BBVA ve conveniente, dada la heterogeneidad existente entre las empresas, que los salarios "estén más relacionados con la evolución de la productividad de cada una de ellas" para aumentar la competitividad e indentivar mejoras que redunden en más eficiencia.
Largo camino para la recuperación
Goirigolzarri considera que "todavía queda por delante un largo camino para que se pueda hablar de recuperación", que sólo será firme cuando la demanda privada crezca de forma sostenida, sin los estímulos de las políticas públicas.
Aunque la información económica más reciente indica que se ha ralentizado el ritmo de deterioro de muchos indicadores, y se ha eliminado la sensación de "caída libre" de finales de 2008 y principios de 2009, "la gran mayoría sigue mostrando signos negativos", subraya.
El consejero delegado del BBVA sostiene que es necesario adoptar políticas para estimular la oferta que aceleren la recuperación económica y posibiliten que ésta sea lo más intensa posible.
Goirigolzarri considera que aunque las políticas de demanda han sido indispensables para evitar los peores escenarios de la crisis, las políticas deben orientarse ahora "a aumentar el crecimiento potencial de la economía".
Este enfoque es imprescindible para evitar que el desempleo se reduzca lentamente, por su elevado coste social, y para corregir más rápidamente los graves desequilibrios que está generando la crisis, como el rápido aumento de la deuda pública.