Durante su intervención en el Congreso Aecoc 2010, Goirigolzarri hizo una radiografía del sistema financiero español y advirtió de su "sobredimensionamiento", al estimar que en España sobran entre el 20% y el 30% de las oficinas del sistema bancario y las cajas de ahorros, con el consiguiente efecto en el "exceso" de plantillas.
Entre los problemas del sector, Goirigolzarri señaló además las dificultades de liquidez y la sobreexposición de las entidades al sector inmobiliario, detallando que al cierre del pasado ejercicio los préstamos relacionados con el sector inmobiliario representaban el 40% PIB español, con una morosidad de dos dígitos.
Un sistema con "buena salud"
De otro lado, el ex directivo del BBVA destacó que la crisis encontró al sistema financiero español con "buena salud", valoró la labor de supervisión del Banco de España y consideró que la nueva Ley de Cajas constituye un "gran avance".
En su opinión, el proceso de fusiones que se ha iniciado entre las cajas de ahorros "va en la buena dirección", aunque defendió que las integraciones "no resuelven ningún problema de capital y son operaciones muy difíciles de manejar". En este sentido, apostó por el rigor en las provisiones y en el seguimiento de los procesos de fusión.
"Hoy estamos mejor que en octubre de 2008; tenemos un diagnóstico y una cierta hoja de ruta, pero lo que queda por delante es difícil y todavía viviremos momentos de tensión en los próximos dos o tres años", comentó Goirigolzarri, quien sostuvo que se ha entrado en una nueva etapa de "mayor aversión al riesgo".
Además, mantuvo que la crisis actual es "sobre todo una crisis de sobreendeudamiento", por lo que parte de la salida de la coyuntura se hará por el descenso de ese sobreendeudamiento. "Los volúmenes de crédito dirigidos al sector privado van a tener crecimientos muy escuetos en los próximos dos o tres años", remarcó.
Recuperación económica
"Si llamamos recuperación a creación de empleo, hasta 2011 no lo veo, y si se trata de bajar la tasa de desempleo, hasta 2012 o después", agregó al ser preguntado por su pronóstico sobre la salida de la crisis.
Durante su intervención, hizo referencia a la situación del sector público y a la descentralización administrativa de la creación del Estado de autonomías, que supuso multiplicar por tres el número de asalariados públicos.
"En los treinta últimos años no hemos sido capaces de sacar adelante una Ley de Financiación de Entes Locales y esto está creando muchos desequilibrios", comentó, antes de defender que a una administración eficiente "no se llega por el voluntarismo o por ajuste de salarios, sino que exige un análisis como el que se haría en una empresa".
Además, remarcó que para que un sector público sirva de base para competir en un mundo global "no se pueden tolerar los desequilibrios que se derivan de una economía sumergida que se cifra en el entorno del 20%".