(Libertad Digital) Las acciones de la empresa californiana, que comenzaron este jueves a cotizar en el Nasdaq en torno a las 12,00 hora local bajo el código GOOG, marcaron su primer precio en 135,91 dólares, y pocos minutos después subía un 3,68 por ciento adicional hasta los 140.91 dólares
El precio de 135,91 dólares es el mismo que la compañía había previsto conseguir antes de que comenzara la subasta de sus títulos. Tras la misma, el precio de venta al público se situó en la zona más baja de la horquilla –entre 85 y 95 dólares– que el buscador estableció el pasado miércoles después de que la SEC, el organismo de control bursátil de Estados Unidos, negara la aprobación para que Google saliera a Bolsa por entender que el valor de sus acciones era demasiado elevado.
Los 85 dólares fijados por Google representaron un fracaso respecto a las expectativas suscitadas por la compañía, que además se vio obligada a recortar del 9,5 por ciento al 7,3 por ciento el capital que colocará en el Nasdaq. Ello implicaba que los responsables de la firma ingresaran un máximo de 1.860 millones de dólares, un 46 por debajo de lo previsto inicialmente. Cosa que al final no ha ocurrido tras lo acontecido este jueves en el Nasdaq.
Una vez establecido el precio por acción y recibido el visto bueno por parte de la SEC para cotizar en bolsa, Google tenía vía libre para pisar el parqué bajo el código "GOOG". El organismo bursátil consideró que la documentación presentada por Google era "correcta", aunque remarcara que continuará analizando si la compañía violó la regulación bursátil al conceder sus dos fundadores, Larry Page y Sergey Brin, una entrevista a la revista Playboy. La ley prohíbe hacer declaraciones públicas a los responsables de las empresas que van a salir a bolsa.
Satisfacción con el precio
Los 85 dólares que iba a costar cada acción de Google fue bien recibida entre los analistas. "Los títulos tienden al precio correcto”, señalú un experto a News.com. “Se sitúa un 20 por ciento por debajo del valor de Yahoo!, lo que es correcto, dado que ésta ha diversificado su fuente de ingresos”, mientras que la facturación de Google depende en su 95 por ciento de la publicidad. El analista añadía que, a diferencia de Yahoo!, Google no había aportado detalles sobre las previsiones financieras para el año que viene, lo que ha contribuido a alimentar el desconcierto.
El pinchazo inicial de la salida a bolsa de Google devino de los errores cometidos desde que fuera anunciada oficialmente hace un mes. En este tiempo Google reconoció que había emitido 29 millones de acciones de forma irregular y tuvo que pagar a Yahoo! 2,7 millones de acciones para zanjar una disputa sobre patentes. Tampoco contribuyó demasiado a levantar el optimismo que Google retrasara el lanzamiento de su Oferta Pública de Venta de acciones aduciendo problemas logísticos.
La satisfacción de los analistas contrastaba con la decepción que planeaba en la sede de Google, ubicada en Mountain View, California. La salida a bolsa del buscador, la más esperada en el sector de la Nueva Economía después de que estallara la burbuja puntocom en el año 2000, ha generado tantas expectativas que había terminado por generar suspicacias entre los potenciales inversores. Tampoco ayudó a estimular la compra de títulos el método elegido por la empresa para vender sus acciones, la subasta electrónica.