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Gríñán no cumple: tampoco reducirá el número de delegados de la Junta como prometió

José Antonio Griñán va a incumplir su promesa recortar el número de cargos públicos y reformar la Administración andaluza, reduciendo a la mitad las delegaciones provinciales de la Junta de Andalucía. De este incumplimiento se ha hecho eco hasta El País, porque es de los que no pueden ocultarse.

Hasta El País ha tenido que hacerse eco del incumplimiento porque es de los gordos, de los que no pueden ocultarse. "La reducción a la mitad de las delegaciones provinciales de la Junta de Andalucía propuesta por José Antonio Griñán está en el aire. Entre otros motivos por falta de tiempo político, aunque no son menores las razones de carácter partidario que generaría una medida de este tipo en el PSOE, donde las opiniones de los secretarios generales provinciales a la hora de proponer delegados han pesado históricamente mucho". Esto es, Griñán va a incumplir su promesa. El PP llamó a la promesa de Griñán "el timo de la estampita" y ahora, se ha comprobado.

José Antonio Griñán, se comprometió en su debate de investidura a recortar el número de cargos públicos y a reformar la Administración andaluza. En octubre de 2009, anunció que pensaba recortar el número de delegados provinciales de la Junta y dejarlos "a la mitad", una reestructuración que tenía que haber comenzado el pasado otoño con la creación de un grupo de trabajo del que, sin embargo, nunca más se supo ya que no se conoció siquiera el nombre de los expertos que tenían que formar parte del mismo. El País tituló de este modo la noticia: "Griñán quiere reducir a la mitad las delegaciones provinciales de la Junta".

Este grupo de trabajo, supuestamente formado por catedráticos de administración, hacienda y de otras ramas implicadas en este asunto, es el que debería elaborar propuestas concretas de la reforma administrativa prevista y, en la primavera de 2010, haber ofrecido sus conclusiones para que el Gobierno de Griñán comenzara a acometerlas antes del verano con la idea de acabar con la remodelación a finales de año.

Catorce de las quince consejerías del Gobierno andaluz cuentan con representación en las ocho provincias andaluzas, lo que se traduce en 112 altos cargos, que son los que José Antonio Griñán pretendía reducir a la mitad con un ahorro de 3 millones de euros sólo en sueldos si bien, según los Presupuestos andaluces para 2010, estos altos cargos de las 112 delegaciones provinciales cuestan actualmente al erario público más de 5,5 millones. Téngase en cuenta que, además de esos 112 altos cargos políticos, en la Administración periférica de la Junta trabajan 42.056 personas. 

Pero si hasta ahora nada se sabía de la reducción de altos cargos en la Junta, ahora se sabe que no va a hacerse, que Griñán va a incumplir una vez más sus promesas. Ya Manuel Chaves consideró que medidas como esas eran demagógicas.

Lo que ha hecho Griñán , pues, es incumplir y falsear. El presidente de la Junta tomó inicialmente algunas medidas consistentes en la destitución de varios altos cargos de la Junta para propagar la especie de una "regeneración" y de un "ahorro" demostrables pero por lo bajini los reponía de nuevo en cargos donde la remuneración es similar a la que obtenían en sus antiguos puestos.

La operación de "falseamiento" de la realidad comenzó el pasado 19 de mayo de 2009, día en que el BOJA publicó la nueva estructura de la Junta tras la dimisión de Manuel Chaves. Por tanto, se hicieron públicos los primeros ceses de directores generales que los consejeros se vieron obligados a llevar a cabo siguiendo la directriz marcada por Griñán para reducir gastos. Se suprimieron quince centros directivos a los que hay que sumar otros dos eliminados con anterioridad, lo que suponía un total de 17, una reducción de altos cargos del cinco por ciento y un ahorro de 1,3 millones de euros.

Pero en realidad gran parte de ellos siguieron colocados en la Junta o en sus organismos y empresas dependientes con lo que ni se produjo la regeneración ni se originó ahorro alguno.

Hay un ejemplo clamoroso: el del director general de Tecnología e Infraestructuras Deportivas, Leonardo Chaves González, el hermano del ex presidente. El decreto 202/2009 le cesó en su cargo y, dos días más tarde, fue nombrado director general del Cajasol de baloncesto. Su antecesor en el cargo, Oriol Humet, tenía un sueldo anual que rondaba los 300.000 euros anuales. Dicen que quiso ser presidente del Club pero que renunció enseguida cuando comprobó que tal cargo no tenía remuneración. Téngase en cuenta, además, que Cajasol es como un departamento anexo a la Junta de Andalucía desde su refundación.

Demos un ejemplo más. La Consejería de Presidencia suprimió la Oficina de Coordinación. Su director, Juan Gallo González, que tiene plaza propia en nuestra Tela de Araña, fue cesado el 19 de mayo, según recoge el Decreto 177/2009. El 30 de junio, el Consejo de Gobierno aprobó reforzar el departamento encargado de la Memoria Histórica, un departamento adscrito a la Consejería de Justicia y Administración Pública. En julio, ya se anunció que su nuevo director sería Juan Gallo.

De reducción, nada monada

Más de un año después, se comprueba que el Gobierno andaluz no tiene ningún calendario previsto para acometer esta reducción de delegados. La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, admitió ayer la ausencia de una agenda específica para la promesa anunciada por Griñán a los periodistas en octubre de 2009. Moreno aplazó cualquier decisión sobre la eliminación del 50% de las 96 delegaciones provinciales a la convalidación como ley del polémico Decreto de Reordenación del Sector Público. En la práctica esto supone enterrar la reducción de las delegaciones, según confirmaron fuentes socialistas a El País.

Pero a nadie se le escapa que  "en algunos sectores del PSOE se considera imprudente eliminar unos puestos que ocupan personas propuestas por los secretarios provinciales socialistas a pocos meses de las elecciones autonómicas, es decir, cuando menos ruido interno se necesita". Tómese como ejemplo el nombramiento del delegado de Hacienda y Administración Pública en Málaga en la persona de Rafael Fuentes, hasta ahora portavoz municipal del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, cuya dimisión es condición sine qua non para resolver la crisis socialista en Málaga. Que hubiera colocado hasta cuatro veces a su cuñada en una empresa pública de la que era alto cargo, ya no importa.

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