LD (EuropaPress) Según ha destacado la propia compañía, uno de los mayores atractivos de este programa radica en que la compra de los nuevos títulos por parte de los actuales accionistas estará libre de los pertinentes gastos en cánones de liquidación y contratación, que serán asumidos íntegramente por la compañía. Iberdrola resalta que la solidez de su negocio, la baja volatilidad del valor y la alta rentabilidad por dividendo "hacen de esta iniciativa un interesante plan de ahorro". La empresa desea que el plan se mantenga en el futuro.
Aunque esta iniciativa está orientada a todos los poseedores de títulos de la empresa, se dirige especialmente a los más de 300.000 accionistas minoritarios, que representan cerca del 30 por ciento del capital de la sociedad a día de hoy. Los accionistas que se acojan al plan tendrán que reinvertir el 85 por ciento del importe bruto del dividendo -es decir, el dividendo neto- en acciones de Iberdrola, no siendo posible realizar reinversiones parciales de dicho dividendo. Los nuevos títulos tendrán los mismos derechos políticos y económicos que las acciones actualmente en circulación.
El plazo concluye el 30 de junio
El plazo para adherirse al plan se abrirá tres semanas antes del pago del dividendo y finalizará el viernes 30 de junio, al cierre de mercado. Los accionistas de la compañía, que habrán de seguir el procedimiento establecido por la entidad donde tengan depositadas sus acciones, podrán revocar su orden de acogerse al plan durante el mismo periodo de tiempo. El precio de compra de las acciones de la compañía será el cambio medio ponderado de las cinco sesiones anteriores a la fecha del pago, una vez restado el importe bruto del dividendo. El número de títulos a percibir (dividendo neto dividido por el precio de compra) se redondeará a la baja a un número entero de acciones, por lo que el sobrante permanecerá en la cuenta de efectivo de cada accionista que se acoja al plan.
Iberdrola asume los costes de contratación
Si bien Iberdrola asumirá los cánones de liquidación y contratación por la compra de los nuevos títulos, no se hará cargo de las comisiones o gastos que, en su caso, las entidades depositarias carguen a sus clientes por la tramitación de las órdenes de reinversión. No obstante, diversas entidades depositarias han manifestado a la compañía su intención de no cobrar comisiones a sus clientes por las órdenes que reciban. La rentabilidad por dividendo de las acciones de Iberdrola en 2006 se sitúa en el 3,83 por ciento, y la rentabilidad total para el accionista en los cinco primeros meses del año se sitúa en el 10,08 por ciento, por encima de la del Ibex-35 y otros índices de referencia como el Eurostoxx 50 y el Eurostoxx Utilities.