Aiyar, periodista de The Economic Times y The Times of India y miembro del think tank norteamericano Cato Institute, ha hecho esta reconstrucción contrafactual de la historia extrapolando los datos de crecimiento económico y sus efectos sociales una década hacia atrás. Su conclusión es que 14,5 millones de niños habrían sobrevivido, 261millones de indios más estarían alfabetizados y habría 109 millones de pobres menos.
India se inspiró en el modelo soviético durante tres décadas después de su independencia en 1947. Sin llegar implementar el comunismo, el Estado detentó un amplio control de los medios de producción y buscó la autosuficiencia económica en lugar de abrirse al comercio internacional.
El gobierno llegó a aplicar un impuesto sobre la renta del 97.75% en el tramo más alto y numerosas industrias fueron nacionalizadas. Mientras los vecinos capitalistas del sudeste asiático (Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Hong Kong) crecían a ritmos vertiginosos en los 60, India languidecía.
Entre 1950 y 1980 el crecimiento del PIB per cápita fue del 1,49%. En los 80, después de las primeras medidas liberalizadoras, el crecimiento per cápita se aceleró hasta el 2,89%. La sustancial liberalización de los 90 dio otro empujón al crecimiento, que alcanzó el 4,19% durante la década. A partir de 2001 el crecimiento per cápita llegó a al 6,78%.
El estudio considera qué habría sucedido si las reformas se hubieran iniciado en 1971 y no en 1981. Aiyar hace unas estimaciones conservadoras de acuerdo con los datos de la época: traslada el crecimiento en la década de los 80 a la década de los 70, el crecimiento en la década de los 90 a la década de los 90 y así sucesivamente, suponiendo para la década de 2000 un crecimiento igual a la década anterior.
A partir de los datos oficiales de la India, calcula la elasticidad de tres parámetros con respecto a las variaciones del PIB per cápita: mortalidad infantil, alfabetización y pobreza. Basándose en estas elasticidades calcula cuántos niños hubieran sobrevivido cada año (en exceso a los que lo hicieron) entre 1971 y 2008. De igual modo estima cuántas personas de más se hubieran alfabetizado cada año, y cuántas personas hubieran dejado de estar por debajo del umbral de la pobreza.
La siguiente tabla muestra la evolución anual del número de personas por debajo del umbral de la pobreza suponiendo que el mismo crecimiento histórico se hubiera iniciado la década anterior.
El estudio ilustra la tragedia del socialismo desde un ángulo distinto al habitual: en lugar de exponer sus efectos más visibles, muestra el coste de oportunidad, aquello que podría haberse evitado o ganado. De este trabajo se desprende la lección del economista clásico Frederick Bastiat sobre “lo que se ve y lo que no se ve”: las políticas económicas tienen costes que pasan desapercibidos y no basta evaluar sus resultados de forma independiente, debe hacerse a la luz de una teoría que sea capaz de explicar si ha habido un progreso a causa de esa política o a pesar de esa política.