L D (EFE) Las exportaciones de crudo desde ambas terminales fueron interrumpidas la semana pasada debido a una serie de sabotajes en el oleoducto que las une a lo largo de 120 kilómetros con los puertos del Golfo Pérsico.
Las terminales de Basora y Amaya tienen una capacidad de exportación de 1,6 millones de barriles al día y el primer ministro del Gobierno interino iraquí, Iyad Alaui, cifró en 200 millones de dólares las pérdidas por esos ataques.
Irak también exporta petróleo desde los yacimientos de Kirkuk, en el norte del país, a un promedio de 600.000 barriles diarios. Esta segunda línea de exportación permanece interrumpida debido a sabotajes que se produjeron en paralelo a los registrados en la región meridional. Considerado tras Arabia Saudí e Irán el tercer exportador mundial de petróleo hasta la Guerra del Golfo de 1991, Irak exportaba en los años ochenta 3,5 barriles diarios y los ingresos por la venta de crudo se consideran ahora esenciales para la reconstrucción del país.
Las terminales de Basora y Amaya tienen una capacidad de exportación de 1,6 millones de barriles al día y el primer ministro del Gobierno interino iraquí, Iyad Alaui, cifró en 200 millones de dólares las pérdidas por esos ataques.
Irak también exporta petróleo desde los yacimientos de Kirkuk, en el norte del país, a un promedio de 600.000 barriles diarios. Esta segunda línea de exportación permanece interrumpida debido a sabotajes que se produjeron en paralelo a los registrados en la región meridional. Considerado tras Arabia Saudí e Irán el tercer exportador mundial de petróleo hasta la Guerra del Golfo de 1991, Irak exportaba en los años ochenta 3,5 barriles diarios y los ingresos por la venta de crudo se consideran ahora esenciales para la reconstrucción del país.