En un nuevo comunicado, el organismo chino asegura que "en la actualidad no existen motivos para permitir mayores fluctuaciones o cambios en el tipo cambiario del renminbi", señala el comentario en chino, en el que un portavoz de la entidad bancaria añade que el objetivo es "salvaguardar la macroeconomía y la estabilidad financiera".
El texto, hecho público ayer a última hora a través de Internet, no mencionó el término "revaluación" sino que se quedó en "aumentar la flexibilidad" del remimbi, como llaman a la moneda del país.
Antes de la reunión del G20 el 26 y 27 de junio en Toronto, el presidente de EEUU advirtió en una misiva a líderes mundiales que la economía mundial sólo sanará si el mercado también determina los cursos cambiarios.
El sistema actual es una de las brechas existentes entre el país asiático y sus socios comerciales, que estiman que el yuan está devaluado respecto al dólar, cuyo tipo de cambio se mantiene inalterable desde el verano de 2008.
El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, aseguró que la decisión de China es un "avance muy bienvenido". Una moneda china fuerte ayudará "a elevar los ingresos de los hogares chinos y estimulará las inversiones en industria, que serán de provecho para los consumidores chinos".
El Banco Mundial (BM) determinó recientemente en un estudio que una divisa china más flexible le dará más libertad a China en la decisión de cuestiones de política monetaria. Agregó que además reducirá la inflación, ya que caerían los costos de importación.