(Libertad Digital) El destacado economista Paul Krugman, recientemente galardonado con el Premio Nobel en este ámbito, publicó en la revista Rolling Stone una misiva destinada al nuevo ocupante de la Casa Blanca, Barack Obama, en donde subraya los grandes desafíos económicos a los que se enfrenta la primera potencia mundial.
El artículo, traducido también al castellano, no tiene desperdicio. El diagnóstico de Krugman sobre la economía estadounidense es muy crudo. "Como le sucedió a Franklin Delano Roosevelt hace tres cuartos de siglo, usted está haciéndose cargo en un momento en el que todas las verdades establecidas han desaparecido y toda la sabiduría convencional demostró estar equivocada [...] Muchos presidentes han tenido que lidiar con crisis, pero muy pocos se han visto obligados a hacerlo desde el primer día con una crisis como la que Estados Unidos enfrenta hoy".
Paro superior al 9%
Sus previsiones sobre la destrucción laboral es muy pesimista. Así, avanza que para finales de este año la tasa de desempleo superará el 9%. De hecho, "probablemente estaremos viendo un desempleo real de alrededor del 15 % -más de 20 millones de norteamericanos que ven frustrados sus esfuerzos para conseguir trabajo-", alerta.
Como resultado, "diez millones de estadounidenses de clase media serán empujados a la pobreza, y otros seis millones a la indigencia". Por si ello fuera poco, "los gobiernos provinciales y locales, habiendo perdido gran parte de sus ingresos, tendrán que hacer recortes incluso en los servicios más esenciales". En este sentido, el estado de California acaba de entrar en bancarrota, tal y como avanzó LD.
"Catástrofe nacional"
Por ello, Krugman advierte a Obama que, "si las cosas siguen su curso actual, pronto estaremos frente a una gran catástrofe nacional. Y es su tarea evitar esa catástrofe", indica. Es aquí donde el economista lanza sus particulares recetas económicas para afrontar la crisis y evitar una II Gran Depresión que amenaza incluso con ser peor que la de los años 30.
La Reserva Federal de EEUU (Fed) ha "perdido su poder" para tratar de restaurar el crédito, señala. "No hay ningún pronóstico realista de que la Fed pueda sacar a la economía de la caída que atraviesa"
"El último presidente que tuvo que enfrentar un lío semejante fue Franklin Delano Roosevelt, y usted puede aprender mucho de su ejemplo". Es decir, aboga por imitar el modelo del New Deal, puesto en marcha en los años 30, pese a que muchos economistas han demostrado que ese ingente programa de gasto público no logró resolver la Gran Depresión que sufrió EEUU, sino que tan sólo sirvió para agudizarla y prolongarla en el tiempo más de lo necesario.
Dinero de los contribuyentes para salvar a la banca
Sin embargo, Krugman insiste: "Entonces, como ahora, el Gobierno tuvo que usar el dinero de los impuestos para rescatar al sistema financiero [...] Para 1935, el Gobierno de EEUU era dueño de cerca de un tercio del sistema bancario", y la administración Roosevelt empleó esa banca pública inyectar crédito en el mercado, recuerda.
"Más aún, el New Deal se lanzó a prestar un montón de dinero directamente a empresas y gente que quería comprar su casa, y a gente que ya era propietaria, ayudándolos a reestructurar sus hipotecas para que puedan quedarse con sus casas. ¿Puede usted hacer algo como eso hoy?", pregunta Krugman. "Sí, puede", añade.
Es decir, el Premio Nobel de economía recomienda abiertamente al nuevo presidente que nacionalice la banca de EEUU, en una estrategia similar a la que está estudiando el Gobierno de Gran Bretaña. "Si los bancos necesitan fondos federales para sobrevivir, provéaselos, pero demande que los bancos hagan su parte prestando esos fondos al resto de la economía", enfatiza el asesor.
Más ayudas públicas y subvenciones
"Otorgue más ayuda a los propietarios. Utilice a la Asociación Federal Nacional Hipotecaria y a la Corporación Federal de Préstamos Hipotecarios -las agencias de préstamos inmobiliarios- para transmitir los bajos costos de los préstamos oficiales a propietarios calificados", insiste.
En este punto, Krugman reconoce que "los conservadores van a acusarlo (a Obama) de nacionalizar el sistema financiero, y algunos lo llamarán marxista (a mí me pasa todo el tiempo). Y la verdad es que usted estará, de alguna manera, llevando a cabo una nacionalización temporal. Pero eso está bien: en términos generales, no queremos que el gobierno maneje a las instituciones financieras, pero por ahora necesitamos hacer lo que sea para lograr que el crédito vuelva a fluir", advierte.
Una estretegia "marxista"
Además, insta a Obama a aprobar un ingente programa de gasto público para reactivar la economía del país. En este sentido, Krugman alaba el New Deal de Roosevelt. Pese a ello, afirma que dicho presidente fue "demasiado precavido". Y es que, "el impulso que le dio a la economía entre 1933 y 1936 fue suficiente como para bajar el desempleo, pero no a los niveles pre-Depresión [...] Tuvo que venir el enorme proyecto público conocido como Segunda Guerra Mundial -un proyecto que silenció al fin a los tacaños- para que la Depresión llegue a su fin".
Obama debe gastar casi 1 billón de dólares al año
Por ello, recomienda a Obama ir mucho más allá. "Debe gastar lo suficiente como para llenar el agujero que dejó la reducción (del gasto) del sector privado". La factura será descomunal si EEUU pretende alcanzar el pleno empleo. "Usted probablemente tiene que gastar 800.0000 millones de dólares al año para lograr una recuperación económica total". Precisamente, ésta es la cifra que maneja Obama en su nuevo plan de impulso económico que pretende aprobar cuanto antes. Es decir, billones de dólares de gasto en la presente legislatura.
Tal plan, unido al recorte de la recaudación fiscal producirá, sin duda, unas cifras de déficit realmente atemorizantes. Pero las consecuencias de ser demasiado cuidadoso -o de no hacer lo suficiente como para frenar la caída en picado de la economía- serán aún más terroríficas que el océano de tinta roja" que se avecina sobre las cuentas públicas de EEUU, alerta.
Además, Krugman lo tiene claro, y el Gobierno federal debería prestar también ayuda a los gobiernos estatales y municipales para "prevenir que recorten gastos de inversión en el momento menos propicio".
"Sanidad pública universal"
Por último, el economista aboga por implantar en EEUU la "atención médica garantizada para todos sus ciudadanos". Es decir, anima a Obama a aprobar un sistema público de cobertura médica universal.
"Todo esto va a costar dinero", según reconoce el economista. Sin embargo, considera que dicho plan de gasto público "no significará una carga muy grande sobre los futuros presupuestos. Piénselo de esta manera: Con la deuda federal de largo plazo pagando la menor tasa de interés en cincuenta años, los costos en intereses de un billón de dólares de deuda nueva sumarán apenas 30.000 millones de dólares anuales. Cerca del 1,2% del actual presupuesto federal" al año, indica.
La vuelta de los sindicatos a EEUU
Por último, recomienda recuperar y fortalecer la organización sindical. Y es que, le comunica a Obama que "puede hacer muchas cosas para fortalecer los derechos de los trabajadores". Reconoce que esta estrategia, "probablemente, no sucederá en su primer año, pero si sucede, y cuando suceda, la legislación hará que Estados Unidos dé un enorme paso adelante hacia recuperar la sociedad de clase media que hemos perdido".
"Ahora depende de usted cumplir con esa esperanza. Llevando a cabo un programa de recuperación aún más audaz y completo que el New Deal, usted puede no sólo dar vuelta la economía, puede poner a Estados Unidos en el camino hacia una mayor igualdad para las próximas generaciones", según concluye la misiva.
Krugman es Profesor en Princeton y columnista del New York Times, y colaborador habitual de la revista Rolling Stone.