L D (EFE) Según informó la Asociación Española de Banca (AEB), la patronal del sector, estos resultados se apoyaron sobre todo en el incremento de las cifras de negocio, en mayores ingresos por los servicios bancarios, en una menor morosidad y en los buenos resultados de las sociedades participadas.
En cuanto a los márgenes de la cuenta de resultados, el de intermediación -la diferencia entre ingresos por créditos y gastos por depósitos- alcanzó los 15.228 millones de euros hasta septiembre, el 6,5 por ciento más, mientras que el de explotación -que mide el negocio típico bancario- fue de 11.287 millones, un 9,9 por ciento más.
La AEB explica que este incremento se consiguió gracias a la mejora de la cartera de renta variable, que se incrementó en más del 46 por ciento y compensó el nuevo estrechamiento del diferencial que se saca entre créditos y depósitos. Las comisiones mejoraron en un 7 por ciento debido a los mayores ingresos por gestión de fondos de inversión, planes de pensiones y operaciones relacionadas con seguros y tarjetas, mientras que los resultados por operaciones financieras cayeron un 19,3 por ciento "a causa de la inestabilidad de los mercados".
Esta situación llevó a un margen ordinario -en el que se incluyen las comisiones- de 23.725 millones, un 4,9 por ciento superior al obtenido en septiembre de 2003. Los gastos de explotación únicamente aumentaron un 0,9 por ciento, lo que permitió mejorar el margen de explotación -que mide el negocio típico bancario-, hasta alcanzar los 11.287 millones, un 9,9 por ciento más. El ratio de eficiencia -que mide el porcentaje de ingresos que consumen los gastos de explotación- mejoró en 1,5 puntos y se situó en el 46,7 por ciento.
En la parte baja de la cuenta de resultados se cimentan buena parte de los beneficios de la banca hasta septiembre, dado que mejoraron en un 44 por ciento los resultados de las sociedades puestas en equivalencia y, al tiempo, las partidas destinadas al fondo de comercio fueron un 45 por ciento inferiores. Así, el resultado antes de impuestos creció un 20,7 por ciento, hasta los 9.537 millones de euros, lo que unido a una menor resta por parte de los socios minoritarios permitió que el beneficio atribuido creciera un 36,3 por ciento, hasta aproximarse a los 6.500 millones. En cuanto al balance, los activos totales medios de la banca crecieron un 8,6 por ciento, hasta los 845.115 millones de euros.