L D (EFE) El Banco de España confía en que la consolidación del crecimiento económico mundial impulse la inversión empresarial, pero alerta ante los riesgos derivados de la crisis de Oriente Medio y del precio del petróleo, que pueden generar tensiones inflacionistas y perjudicar las expectativas de crecimiento a corto plazo.
El resultado neto de las empresas no financieras cayó en el primer semestre el 9,3 por ciento en relación al mismo periodo del año anterior, según los datos de la Central de Balances difundidos por el Banco de España. Esta bajada se explica fundamentalmente por la caída de las plusvalías e ingresos extraordinarios (del 63,1 por ciento), ya que el resultado ordinario neto tuvo una evolución "excelente", al crecer el 22,5 por ciento.
La Central de Balances muestra que la actividad de las empresas siguió en los seis primeros meses la misma línea de los últimos tres años, aunque se detecta "cierta ralentización", pues el Valor Añadido Bruto (VAB) un punto menos que en la primer mitad del 2003, el 5,1 por ciento. La expansión de la actividad se sustentó en las empresas del sector servicios, especialmente las comerciales (gracias al dinamismo del consumo privado), así como en la mejoría de la industria durante el segundo trimestre.
La Central de Balances muestra que la actividad de las empresas siguió en los seis primeros meses la misma línea de los últimos tres años, aunque se detecta "cierta ralentización", pues el Valor Añadido Bruto (VAB) un punto menos que en la primer mitad del 2003, el 5,1 por ciento. La expansión de la actividad se sustentó en las empresas del sector servicios, especialmente las comerciales (gracias al dinamismo del consumo privado), así como en la mejoría de la industria durante el segundo trimestre.
Los gastos de personal en las 721 empresas que componen la muestra aumentaron el 2,4 por ciento en los seis primeros meses (2,2 puntos menos que en el mismo periodo del 2003). Esta moderación se debió a la reducción de las plantillas, del 0,5 por ciento, y al aumento de las remuneraciones medias, del 2,9 por ciento (frente al 3,2 por ciento del primer semestre del 2003). Pese a esta contención de las remuneraciones, el informe precisa que su perfil trimestral muestra una tendencia ligeramente ascendente, en paralelo con la evolución de la inflación.
El Banco de España reseña que la caída del empleo está afectada por el ajuste en una gran empresa de telecomunicaciones, ya que, excluida esta compañía, el empleo creció el 0,6 por ciento. Por sectores, destaca el incremento del empleo en el comercio, del 4,3 por ciento (tasa igual a la de un año antes), y la intensificación de la destrucción en la industria, donde pasó de caer el 0,1 al 1,5 por ciento. Las empresas de transportes y comunicaciones redujeron el 2,1 por ciento sus plantillas (dos puntos más) y las energéticas el 2,2 por ciento (cuatro décimas más).
El crecimiento de la actividad productiva y el moderado aumento de los gastos de personal permitieron que el resultado económico bruto creciera entre enero y junio el 7,2 por ciento, dos décimas menos que un año antes. La reducción del 5,4 por ciento de los gastos financieros, por el descenso de los tipos de interés, y el incremento del 21,7 por ciento de los ingresos financieros, por los dividendos procedentes de filiales en el extranjero, impulsaron un avance del resultado ordinario neto del 22,5 por ciento (frente al 12,1 por ciento del primer semestre del 2003).