La Caixa obtuvo un beneficio atribuido de 1.510 millones de euros en 2009, un 16,2% menos, en un año en el que registró unas dotaciones por 2.821 millones, en su mayor parte para insolvencias (2.243 millones), siguiendo su política de prudencia, por la que destinó a esta finalidad los 249 millones que obtuvo de plusvalías extraordinarias netas (por la venta de un 1% en Telefónica), así como 200 millones adicionales para la gestión futura del negocio. También cayó el beneficio recurrente, que se situó en 1.710 millones, un 16,7% menos.
El margen bruto fue de 7.187 millones, un 6,4% más -por las comisiones (+4,2%, hasta 1.303 millones) y los resultados por puesta en equivalencia-; el margen de intereses se situó en 3.932 millones, un 12,1% más, y el margen de explotación creció un 12,3%, hasta los 3.622 millones -por el incremento de ingresos (+6,4%) y la contención de costes (+1%)-, por lo que el director general de La Caixa, Juan Maria Nin, calificó su evolución de "excelente".
El volumen de negocio aumentó hasta los 415.825 millones, un 0,4% más, por el ligero crecimiento del crédito, que alcanzó los 178.026 millones (+0,9%), con especial aumento en el sector empresas (+14%). Los recursos de clientes se situaron en los 237.799 millones, en línea con 2008, que cerró en 237.700 millones.
La morosidad cerró el año en el 3,42% (2,48% en 2008), 0,11 puntos por debajo del tercer trimestre y por debajo de la media del sector financiero español en noviembre (5,05%). Sobre este punto, el presidente de La Caixa, Isidre Fainé, auguró que en España la morosidad tendrá todavía "recorrido ascendente" en 2010.
La cartera de inmuebles derivada de la gestión de la cartera de créditos ascendía a 3.097 millones a 31 de diciembre, con una cobertura del 20%. De este total, 1.900 proceden de promotores y 826 de particulares, a lo que se suman 371 millones en alquiler -de particulares que no pueden pagar la hipoteca y se quedan en alquiler para evitar el desahucio-.
La Caixa mantiene un fondo genérico para insolvencias de 1.835 millones de euros (1.890 millones en 2008), y el total de provisiones para insolvencias es de 3.914 millones. En solvencia, su 'core capital' es del 8,7% (8,8% en 2008), la cobertura del 62% (66% en 2008), y la liquidez de 21.208 millones (7,8% del activo), una de las más altas del sistema financiero español, aunque cerró 2009 ligeramente por debajo de sus 22.262 millones de 2008.
La red de oficinas cerró 2009 con 5.326 oficinas (11 en el exterior), frente a las 5.530 de 2008 (12 en el exterior), debido a la adecuación al nuevo contexto económico. Sin embargo, continuará incrementando la red exterior, con planes para abrir oficinas de representación en Delhi (India), Argel (Argelia) y Dubai (Emiratos Árabes). La plantilla ascendió a 27.505 personas en 2009, 313 menos que el año anterior.
Respecto a segmentos de negocio, pese a mantener su prioridad en banca minorista, continuó creciendo en banca para empresas y banca privada y personal. Asimismo, incrementó sus posiciones de liderazgo en banca por Internet y banca móvil.
El valor de mercado de la cartera de participadas cotizada asciende a 20.118 millones con plusvalías latentes de 3.945 millones (valor de 14.691 millones y plusvalías latentes de 1.026 en 2008). Las participadas aportaron unos ingresos de 1.240 millones en 2009 (+11.4%), de los que 400 procedieron de dividendos y 840 de puesta en equivalencia.
Año difícil
Fainé habló de un año 2009 "especialmente difícil, no sólo para España sino para todo el mundo, y especialmente para las entidades financieras", aunque destacó que La Caixa "ha afrontado con éxito el temporal y está sólidamente preparada para las dificultades que también habrá en 2010 -financieras, empresariales y sociales-".
Fainé expuso que los resultados de La Caixa se enmarcan en su plan estratégico 2007-2010, basado en "mantener cuotas de mercado, alto grado de liquidez y solvencia", y añadió que el negocio de 2009 se mantuvo "a pesar de la fuerte caída del mercado hipotecario, que pudo ser compensado por el sector empresarial".
Por su parte, Nin, calificó el 2009 de "año duro" por la crisis económica global y el entorno financiero convulso. Respecto a la estrategia de La Caixa en este entorno, explicó que la gestión fue "anticipada -con aumento de gestores- y adaptada -con contención de costes y gestión de la morosidad-". Añadió: "Somos la entidad más solvente del mercado español y la más líquida".
También argumentó: "Hemos sido rigurosísimos en riesgo, diversificando riesgos con una prudente expansión internacional", manteniendo el rating en 'AA'. Añadió que la reducción de resultados ha sido "voluntaria -con la subida "sensata" de dotaciones- en previsión de lo que pueda venir en 2010", año para el que auguró que bajarán los ingresos en los depósitos por la guerra del pasivo y los bajos tipos de interés.