Los peajes es la única herramienta de la que el Gobierno puede disponer para jugar con el precio de la electricidad, ya que la otra parte del recibo depende del coste de la energía en el mercado mayorista eléctrico (pool) o del resultado de las CESUR.
En el caso de la TUR, a la que pueden acogerse usuarios con potencias inferiores a los 10 kilovatios (hogares y pymes), los peajes constituyen uno de los componentes utilizados para su cálculo, junto a los impuestos y al precio de la energía, que se determina mediante subastas (CESUR).
Está previsto que la próxima subasta CESUR se celebre el 21 de septiembre y, aunque los precios se esperan al alza, su repercusión en la factura no será sustancial. En el documento remitido a la Comisión Nacional de la Energía (CNE), Industria propone mantener las tarifas de acceso a las redes de transporte y distribución que entraron en vigor el 1 de julio, tanto para los grandes consumidores como para los usuarios domésticos.
El coste real de la electricidad en España es extremadamente mayor al del recibo de la luz, esto implica que el Gobierno (contribuyentes) es el que a través de la deuda absorbe el coste que deberían pagar los consumidores, obteniendo un claro beneficio electoralista.
Dicha congelación de los peajes en octubre tendrá una repercusión sobre el déficit de tarifa (deuda) de entre 1.247 y 1.905 millones de euros extra. Industria considera que, si los precios aprobados en julio se aplican en los dos últimos trimestres del año, no se superará el limite de 3.000 millones de euros fijado para 2010.
No obstante, añade el texto, si se recogieran los extracostes del régimen especial (renovables y cogeneración) o se reconociera el coste de distribución sí podría superarse dicho umbral de déficit (que surge porque los ingresos obtenidos por el recibo de la luz no cubren todos los costes que soporta el sistema).
Esto conllevaría una subida de peajes de entre el 55% y el 77% para la alta tensión (grandes consumidores) y de entre el 82% y el 115% para los pequeños usuarios (hogares y pymes), dependiendo de los escenarios. En el caso de la TUR, este incremento de los peajes supondría un repunte de entre el 44 y el 56%. Es decir, el precio real de la luz es casi el doble que la tarifa oficial. El Gobierno salva esta diferencia emitiendo deuda eléctrica (déficit de tarifa) que, tarde o temprano, será pagada por lo contribuyentes.
Hasta ahora, la revisión de los peajes de acceso se realizaba semestralmente, pero antes del verano el Ejecutivo modificó la normativa para permitir que el ajuste se haga trimestralmente.