La construcción de obra residencial sigue cuesta abajo y sin frenos, al menos, por el momento. Los visados concedidos por los colegios de arquitectos técnicos para la construcción de viviendas nuevas bajaron un 62% en los siete primeros meses del año respecto al mismo periodo de 2008, según los datos del Ministerio de Fomento publicados este miércoles.
Así, entre enero y julio se concedieron 71.638 visados, casi tres veces menos que en los siete primeros meses del pasado ejercicio, cuando se dieron 188.319. No obstante, en julio, este indicador de la evolución del sector de la construcción moderó su descenso, al concederse 11.234 visados, una cifra que supone una bajada del 50,6% interanual, mientras que respecto a junio representa un repunte del 25,1%.
Por tipo de inmueble, los visados concedidos para la construcción de viviendas en bloque cayeron hasta julio un 64% y se situaron en 54.270 frente a los 150.840 otorgados en los siete primeros meses del año pasado, informa Efe. En el caso de viviendas unifamiliares, el recorte fue del 53,7%, con 17.354 visados concedidos hasta julio.
Por lo que respecta a la superficie media, la de los pisos aumentó de los 97 a los 98,5 metros cuadrados entre julio de 2008 y el mismo mes de este año, mientras que la de los chalés se incrementó de los 179,7 a los 180,7 metros cuadrados.
Pese a todo, tales cifras no reflejan en toda su amplitud la profunda crisis que vive el sector de la construcción residencial. Para ello, es necesario observar la caída que han registrado los visados y el inicio de vivienda nueva desde el estallido de la burbuja inmobiliaria española a finales de 2006.
El número de viviendas visadas e iniciadas ofrecen el mejor indicador posible acerca de la evolución real del mercado. Según datos emitidos de los Colegios de Arquitectos Técnicos correspondientes al segundo trimestre, el volumen de pisos visados e iniciados apenas representa el 20% del existente en diciembre de 2006.
Es decir, la construcción de obra nueva se ha desplomado cerca de un 80% desde sus máximos, alcanzados hace casi tres años, tal y como recoge el blog wonkapistas con cifras oficiales.
El número de visados de dirección de obra (obra nueva, ampliación o reforma) se situaba en mayo (último dato disponible) muy próximo a los puntos más bajos de toda la serie estadística, existente desde 1978, y en niveles similares a los de la última crisis inmobiliaria (1993), hace ahora 16 años. Este dato indica que el sector de la vivienda nueva ha retrocedido casi tres lustros.
El ritmo de caída interanual de esos visados era del -51,8% en mayo con lo que el desplome, lejos de remitir, se acentúa a la vista de los datos del pasado julio (-62% interanual).
A su vez, el escaso ritmo de visados (viviendas proyectadas) se refleja automáticamente en el volumen de pisos iniciados. El pasado mayo el inicio de obra nueva se situó en mínimos casi históricos, con apenas 3.000 viviendas mensuales más que en los mínimos registrados en la crisis de 1993.
Por último, el desplome del sector también se nota en las cifras de viviendas terminadas aunque, debido al desfase temporal que existe entre el inicio de una obra residencia y su conclusión (unos dos años de media), la caída no es todavía tan intensa como en los pisos iniciados.
El siguiente gráfico refleja es descenso en términos absolutos.
Sin embargo, la caída que ha registrado el número de pisos terminados es más visible si se mide en términos interanuales.
