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La convergencia de España con la UE se paralizó en 2006 según Funcas

El año 2006 fue el más extraordinario de la historia de la democracia desde el punto de vista económico, según el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, según un estudio elaborado por Funcas, 2006 fue el año en que se paralizó la convergencia real de la economía española con la Unión Europea. El informe, publicado en el último número de la revista Papeles de Información Económica, también revela que los precios son un 10 por ciento más caros en España que en la UE y que el déficit público reaparecerá, a pesar de los actuales superávit.

El año 2006 fue el más extraordinario de la historia de la democracia desde el punto de vista económico, según el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Sin embargo, según un estudio elaborado por Funcas, 2006 fue el año en que se paralizó la convergencia real de la economía española con la Unión Europea. El informe, publicado en el último número de la revista Papeles de Información Económica, también revela que los precios son un 10 por ciento más caros en España que en la UE y que el déficit público reaparecerá, a pesar de los actuales superávit.
LD (Europa Press) España alcanzó en 2006 el 98 por ciento de la renta media de la UE-25, la misma tasa que un año antes, lo que confirma la "paralización" del proceso de convergencia real de la economía española con las principales economías de la UE, según indica la Fundación de las Cajas de Ahorros en su último número de Papeles de Información Económica. En el estudio, elaborado por los profesores Encarnación Cereijo, Francisco J. Velázquez y Jaime Turrión, se indica que, a pesar de que España ha crecido de forma notable y sostenida en los últimos años y por encima de los países comunitarios de mayor nivel de renta, no se ha modificado la posición de España en el ranking de países de la UE y ocupa desde el año 1993, la posición decimotercera, un puesto por detrás de Irlanda.
 
De hecho, los autores señalan que las distintas políticas llevadas a cabo por España desde su integración en la Unión Monetaria podrían haber contribuido a que la renta de España creciera un 6,7 por ciento más y, por ello, subrayan que todas las políticas orientadas al fomento de la productividad deben jugar un papel esencial para conseguir avanzar en el proceso de convergencia real. Así, apuntan que si se quiere acercar el nivel de renta per cápita español al comunitario, se debe  cambiar el patrón de crecimiento español.
 
En cualquier caso, apuntan que en los últimos diez años, el PIB real español ha crecido a un ritmo del 3,6 por ciento, por encima de la UE-15 (2,2 por ciento) y de Estados Unidos (3,3 por ciento). Sin embargo, los autores precisan que, en términos de renta per cápita, el incremento medio ha sido del 2,6 por ciento, como consecuencia del aumento relativo de la población española por los intensos flujos migratorios registrados en España. Con todo, si la renta per cápita en paridad de poder de compra alcanzaba en 1995 en España el 79,1 por ciento de la renta media de la UE-15 y el 58 por ciento de la de Estados Unidos, diez años después, en 2005, suponía el 90,9 por ciento y el 64,4 por ciento, respectivamente.  
 
En otro de los estudios de la publicación de Funcas, el director general del Banco de España, José Luis Malo de Molina, destaca que la integración de la economía española en la zona euro en 1998 ha sido un "éxito", como prueba el hecho de que España haya alcanzado el 98 por ciento de la renta media comunitaria en 2006.
 
Los precios son en España un 10 por ciento más caros
 
Por grupos de productos, Laborda apunta que se observa que en todos ellos, salvo en la energía (su diferencial medio en el periodo es el único negativo), se producen elevados diferenciales con la UEM. Concretamente, el mayor corresponde a los alimentos sin elaboración, por delante de los servicios. De hecho, los precios de consumo crecieron en España, entre 1998 y 2006, un 10 por ciento más que en la zona euro.
 
Ante este diferencial de precios, el director general de Funcas, Victorio Valle, destaca la necesidad de mantener la estabilidad presupuestaria, pero indica es preciso acometer un "criterio más exigente que la pura neutralidad presupuestaria", como medio para contribuir a la estabilidad y a la competitividad, en tanto se producen mejoras de la productividad.
 
España ha creado el 36 por ciento del empleo de la UE
 
Además, resalta que desde el inicio de la Unión Monetaria, se crearon 13,2 millones de empleos, de los que 4,7 millones correspondieron a la economía española, lo que supone el 35,8 por ciento del total y más de tres veces su peso en el área del euro. Esta creación de empleo se ha concentrado, principalmente, en la construcción (6,9 por ciento) y en los servicios de mercado (4,3 por ciento).
 
En cambio, Malo de Molina advierte de que el persistente diferencial de inflación de España con la zona euro en este periodo permite concluir que "existen indicios suficientemente sólidos sobre la incubación de pérdida de competitividad, que han absorbido el margen favorable con el que contaba España cuando entró en la Unión Monetaria, y que pueden llegar a representar un riesgo para la sostenibilidad del crecimiento". Por ello, recomienda que la política económica mantenga una actitud "muy cautelosa", con el fin de moderar las presiones excesivas de gasto, contribuir a la conjunción del endeudamiento y preservar la competitividad.
 
Muy ligado a este análisis, el director del Gabinete de Coyuntura de Funcas, Ángel Laborda, indica que, a pesar de que el diferencial de inflación de España con la zona euro se ha reducido "considerablemente", no ha desaparecido del todo y, más bien, parece ampliarse en los últimos años. En este sentido, señala que desde mediados de los años 90, sólo en dos ejercicios (los dos anteriores a la integración de España en la UEM), la economía española cumplió con los criterios de Maastricht en materia de inflación.
 
Volverá el déficit público
 
En la misma línea, advierte de que el componente estructural del saldo presupuestario tiene un "sesgo deficitario", de forma que, o se realizan las necesarias reformas de estructuras en el gasto público y en los ingresos o la tendencia de un déficit público "reaparecerá". "Es más, la pura consolidación del saldo presupuestario, más allá de la complacencia en lo logrado en los últimos años, es marcadamente insuficiente a la luz de la existencia de problemas latentes que condicionarían aumentos futuros del gasto público, como el envejecimiento de la población, las pensiones, el gasto en I+D o la pérdida de fondos comunitarios", subraya.
 
En otro de los estudios del último número de 'Papeles', los profesores José M. Domínguez y Rafael López indican que en España se ha mantenido en los últimos años una necesidad de financiación que es la combinación de una tasa de ahorro "relativamente estable con un vigorosa inversión".  "El creciente recurso al crédito por parte del sector privado, tanto para la adquisición de vivienda por los hogares como de bienes de equipo por las empresas, la existencia de poblaciones envejecidas y la caída de los tipos de interés arrastran aún más el descenso de la tasa de ahorro", subrayan.
 
Finalmente, Funcas dedica un apartado de su publicación a analizar el desarrollo tecnológico y el cumplimiento del Protocolo de Kyoto en la economía española, y concluye que en España sólo el 6 por ciento del consumo primario de energía es renovable, lejos de los porcentajes de Suecia (30 por ciento), Finlandia (235) y Austria (21 por ciento). En este contexto, resulta curioso que Alemania tenga instalada trece veces la capacidad de generación de energía solar que hay en España, y que Grecia tenga una capacidad seis veces superior a la española.

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