La crisis del volcán convierte en cenizas los beneficios de las aerolíneas

La nube de cenizas provocada por la erupción del volcán islandés Eyjafjällajokull quizás quede en el inconsciente colectivo de los europeos asociada a la imagen del caos en los aeropuertos continentales, de las colas ante los mostradores o de la desesperación de los pasajeros. Sin embargo, para las compañías aéreas, la foto, posiblemente, les lleve a pensar en balances, tablas y números rojos.

Según un informe de UBS hecho público el lunes, las pérdidas diarias de las seis grandes compañías europeas (British Airways, Lufthansa, Iberia, Air France-KLM, Easyjet y Ryanair) superan los 60 millones de euros. Esta cifra supone el 4% de los beneficios que esta entidad financiera había previsto para las anteriores aerolíneas, por lo que tan sólo los cinco días de crisis aérea se habrían comido ya el 20% de las ganancias anuales de seis de las mayores empresas del continente.

De esta manera, si la normalidad no se recupera hasta finales de esta semana las pérdidas podrían acercarse al 40% de sus resultados anuales (a las que habría que añadir la caída en bolsa o el descenso en las ventas para las próximas semanas). Sólo un rayo de esperanza tienen las compañías, que los gobiernos acudan con dinero público (de los contribuyentes) para salvar sus cuentas, como ya hicieron tras el descenso del turismo que siguió al 11-S. El primer mensaje, en forma de crítica a cómo se ha gestionado el cierre de los aeropuertos, ya se ha lanzado por parte de las empresas.

En el caso de Iberia, por ejemplo, UBS anticipa unas pérdidas de 12 millones de euros en estas cinco jornadas (y eso que es la menos afectada de las grandes, puesto que España casi no ha tenido que cerrar aeropuertos), el 33% de los beneficios esperados para 2010.

Castigo en bolsa

Aunque hay que tener en cuenta que todas estas cifras son sólo estimaciones, la alarma sobre el impacto en los balances de las aerolíneas de estos días de parón forzoso ya ha saltado. Las bolsas europeas han sido las primeras en reflejar la preocupación de los inversores por el futuro de las compañías. Ya el viernes, tras conocerse la erupción del volcán y el posible cierre del tráfico aéreo (aunque casi nadie se imaginaba el caos del fin de semana),  bajaba la cotización del sector. Pero esta tendencia se aceleró el lunes, con caídas superiores al 4% en el caso de las compañías de bajo coste (Ryanair y EasyJet) y cercanas al 3% en Air France-KLM, British Airways, Lufthansa e Iberia.

Es curioso que sean las low-cost las más castigadas en los parqués, cuando, según el informe de UBS serán las que menos sufran las consecuencias del Eyjafjällajokull. Su modelo de negocio y su flexibilidad permitirá a EasyJet y Ryanair salir del paso con unas pérdidas de entre dos y tres millones de euros, lo que no llega al 5% de sus ganancias (siempre hablando de Ebit) estimadas en 2010.

Mientras, para algunos de los tradicionales gigantes del sector, UBS espera un impacto mucho más considerable. Así, Air France-KLM podría estar perdiendo hasta 22 millones de euros al día, lo que le habría llevado a comerse más del 70% de los beneficios del año; y, cada minuto, la cifra sigue aumentando.

Mal momento

Para los autores de este informe, el momento es particularmente negativo, puesto que la crisis financiera de los últimos dos años ya había castigado las cuentas de las empresas del sector turístico, especialmente en el caso de las aerolíneas.

Eso sí, estas compañías no serán las únicas que sufran la crisis del Eyjafjällajokull. Según el Royal Bank of Scotland, la economía europea perderá cerca de 1.500 millones de euros a costa de las cenizas que cubren el Mar del Norte. Siguiendo sus cálculos, el 1% de la fuerza laboral europea está atrapada en los aeropuertos, con el impacto que eso tendrá sobre el PIB continental.