LD (EFE) La agencia oficial Xinhua citó el ejemplo de la provincia de Hubei (centro del país), una de las principales emisoras de emigrantes rurales, a la que han regresado en sólo tres meses más de 300.000 de los siete millones de campesinos que habían viajado a las ciudades en busca de empleo.
Ante ello, el Gobierno central chino ha pedido a los locales que tomen medidas para afrontar el aumento de los despidos y programas para reinsertar en el mercado laboral a los emigrantes, y Hubei ha sido una de las primeras provincias en lanzar medidas de emergencia.
Las autoridades de Hubei ordenaron a las compañías estatales de gran tamaño en sus ciudades que no despidan a ningún empleado (aunque les autoriza a reducir salarios si la crisis les obliga a ello), mientras que las de menor tamaño necesitan autorización oficial para llevar a cabo recortes de plantilla.
Se espera que antes de final de año la llegada de emigrantes retornados en Hubei se eleve a 600.000 personas, y la recolocación de estos será complicada.
China tiene entre 130 y 150 millones de emigrantes rurales trabajando en las ciudades, sobre todo en sectores como la hostelería, la industria o la construcción, estos dos últimos entre los más afectados por la desaceleración de la economía china.
Los emigrantes se enfrentan aun en tiempos de bonanza económica a problemas como la discriminación y las dificultades de acceso en las ciudades a servicios sociales como la sanidad o la educación.
Ante ello, el Gobierno central chino ha pedido a los locales que tomen medidas para afrontar el aumento de los despidos y programas para reinsertar en el mercado laboral a los emigrantes, y Hubei ha sido una de las primeras provincias en lanzar medidas de emergencia.
Las autoridades de Hubei ordenaron a las compañías estatales de gran tamaño en sus ciudades que no despidan a ningún empleado (aunque les autoriza a reducir salarios si la crisis les obliga a ello), mientras que las de menor tamaño necesitan autorización oficial para llevar a cabo recortes de plantilla.
Se espera que antes de final de año la llegada de emigrantes retornados en Hubei se eleve a 600.000 personas, y la recolocación de estos será complicada.
China tiene entre 130 y 150 millones de emigrantes rurales trabajando en las ciudades, sobre todo en sectores como la hostelería, la industria o la construcción, estos dos últimos entre los más afectados por la desaceleración de la economía china.
Los emigrantes se enfrentan aun en tiempos de bonanza económica a problemas como la discriminación y las dificultades de acceso en las ciudades a servicios sociales como la sanidad o la educación.
Mayor regulación laboral
El aumento de los despidos en el colectivo inmigrante no sólo ha sido causado por la crisis mundial, sino también por la entrada en vigor de nuevas leyes laborales en China que establecen salarios mínimos y otras obligaciones para con los trabajadores, lo que ha forzado despidos especialmente en pequeñas y medianas empresas de todo el país.
Los despidos se han notado especialmente, de todas formas, en provincias dedicadas a la industria para la exportación, como Cantón, debido a que la recesión en economías como la UE o EEUU -donde residen los principales clientes de las fábricas cantonesas- ha reducido la demanda.
El aumento de los despidos en el colectivo inmigrante no sólo ha sido causado por la crisis mundial, sino también por la entrada en vigor de nuevas leyes laborales en China que establecen salarios mínimos y otras obligaciones para con los trabajadores, lo que ha forzado despidos especialmente en pequeñas y medianas empresas de todo el país.
Los despidos se han notado especialmente, de todas formas, en provincias dedicadas a la industria para la exportación, como Cantón, debido a que la recesión en economías como la UE o EEUU -donde residen los principales clientes de las fábricas cantonesas- ha reducido la demanda.