LD (EFE) El dato del segundo trimestre, revisado a la baja desde la estimación inicial, que preveía un crecimiento del 0,2 por ciento, es el peor en 16 años, al acabar con 63 trimestre de continuo crecimiento, según los datos de la Oficina Nacional de Estadística británica (ONS, en inglés).
De este modo, la economía británica continúa su contracción, ya que creció un 0,9 en el segundo trimestre de 2007; un 0,6 por ciento, en el tercero y el cuarto, y un 0,3 por ciento en los primeros tres meses de 2008.
Por actividades, tanto la producción industrial como la manufacturera cayeron un 0,8 por ciento entre el primer y el segundo trimestre, mientras que la construcción lo hizo en un 1,1 por ciento. Por contra, la producción total del sector servicios se incrementó un 0,2 por ciento.
De este modo, la economía británica continúa su contracción, ya que creció un 0,9 en el segundo trimestre de 2007; un 0,6 por ciento, en el tercero y el cuarto, y un 0,3 por ciento en los primeros tres meses de 2008.
Por actividades, tanto la producción industrial como la manufacturera cayeron un 0,8 por ciento entre el primer y el segundo trimestre, mientras que la construcción lo hizo en un 1,1 por ciento. Por contra, la producción total del sector servicios se incrementó un 0,2 por ciento.
Este estancamiento intertrimestral aumenta los temores de que el Reino Unido entre finalmente en recesión (dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo).
El Banco de Inglaterra no descarta la recesión
A la hora de establecer su política monetaria, el Banco de Inglaterra se está viendo obligado en los últimos meses a decidirse entre dos problemas cuya solución requiere acciones contrapuestas. La ralentización de la economía británica invitaría al banco central a rebajar los tipos de interés -actualmente en el 5 por ciento-, pero el crecimiento de los precios -el IPC alcanzó en julio el 4,4 por ciento en tasa interanual - ha centrando la preocupación del Banco de Inglaterra.