LD (EFE) La compañía justifica, en un comunicado, que "estos despidos se producen como consecuencia de la desaceleración del entorno económico y del exceso de capacidad productiva de las fábricas de Kraft en España y de sus plantas de queso fundido en Europa".
Indica que esta circunstancia genera un alto nivel de costes fijos, lo que, en el actual entorno económico, se ha convertido en "una amenaza para la competitividad de sus productos".
Resalta que ante esta situación, ha evaluando varias opciones para reducir gastos y mejorar su competitividad.
Detalla que en la categoría de queso fundido, la estrategia europea de Kraft se centra en sus principales marcas y en los segmentos de mercado más fuertes y, al mismo tiempo, en concentrar la producción en una sola planta tecnológicamente avanzada y situada en Bélgica.
Señala que esta concentración de la producción contribuirá a mejorar la innovación y la posición de la compañía en el mercado del queso fundido.
En este sentido, anuncia que transferirá la producción de queso fundido de su planta de Mahón a su fábrica de Namur (Bélgica), y parte de su producción a su planta leonesa de Hospital de Órbigo.
Reconoce que las responsables de la compañía han intentado la venta de su planta de Mahón (Menorca), pero "ninguna de las conversaciones desarrolladas con varios grupos españoles e internacionales ha llegado a un resultado favorable".
La empresa de alimentación también ha anunciado que llevará a cabo otras reestructuraciones en varias de sus instalaciones en España, como en las plantas de Hospital de Órbigo y Montornés del Vallés, mediante la creación de unos servicios de gestión compartidos.
Además, Kraft Foods resalta que la planta de Órbigo dejará de producir varios formatos de la categoría de mayonesa.
Informa de que se iniciará las conversaciones con los representantes de los trabajadores y las autoridades para llegar a una solución que respete los intereses de todas las partes y garantice una solución aceptable para los empleados afectados.