Los sindicatos han rechazado usar esta acepción aunque han reconocido que sus posiciones se están "aproximando bastante".
Inicialmente, los planes de las tres entidades era recortar 1.800 puestos de trabajo.
La reducción de puestos de trabajo se repartirá en prejubilaciones y bajas incentivadas y el cierre de oficinas será de 395 "en una primera fase", mientras que el resto, hasta las 500 inicialmente planteadas, contará con un plazo de dos años para salir de pérdidas y evitar la clausura.
La operación no es la única puesta en marcha en la comunidad autónoma, donde también las pequeñas entidades de Terrassa, Sabadell, Manlleu y Girona ultiman su unión.