(Libertad Digital) Según informó este miércoles el diario El País, “la operación se efectuará mediante una ampliación de capital, a través de la cual los nuevos socios tomarán el control de la empresa”. Las familias Figueras y Suñol, que ahora poseen el 55 por ciento de la sociedad, diluirán su presencia y pasarán a segundo plano.
Más lejos quedará aún la participación del 25 por ciento que tienen, en conjunto, Dolores Ortega, Isak Andic, José Antonio Castro y las familias Rodés y Cuatrecasas.
El principal obstáculo que puede hallar Habitat, como ya sucediera en la refinanciación de la deuda, es la banca. Las fuentes consultadas opinan que “será imprescindible que las 39 entidades financieras acreedoras apliquen una reducción considerable a la deuda”.
Por ello, Habitat no descarta alcanzar un acuerdo similar al de Colonial, consistente en que las entidades financieras conviertan los préstamos subordinados en participativos. La inmobiliaria declinó realizar cualquier comentario sobre esta información, si bien admitió que “se están estudiando todas las posibilidades”.
Financiación de la deuda
Para realizar esta operación de venta Habitat ha contratado al banco de inversión británico-germano Rothschild. Oficialmente, lo hizo para buscar "nuevas vías de negocio, accionistas y formas de financiar la deuda", que asciende a 1.600 millones de euros.
Sin embargo, las fuentes consultadas sostienen que el objetivo es hallar un inversor nacional o internacional, por ejemplo un fondo, que adquiera la compañía.
"Difícilmente se encontraría un socio minoritario en las condiciones actuales, de la empresa y del mercado inmobiliario", aseguran. Rothschild está elaborando ahora un memorando con información de la firma, y ha encargado a la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC) que inicie la due dilligence, el proceso para que los interesados investiguen el estado real de las cuentas y los activos de la empresa. Se prevé que las primeras ofertas lleguen a lo largo de este mes.
El 70 por ciento de los activos, hipotecados
La razón de la decisión de poner la empresa a la venta, según las mismas fuentes, es hacer frente al duro plan que fijó la banca acreedora para aplazar y aligerar los pagos de la deuda. Además de hipotecar cerca del 70 por ciento de sus activos, la compañía se comprometió a congelar la actividad promotora en los próximos dos años.
La empresa también despidió a cerca de 160 trabajadores, la mitad de la plantilla; vendió activos para hacer caja y pagar los intereses de la deuda, y lanzó una campaña comercial bastante agresiva para estimular a compradores potenciales. Por último, cerró las oficinas de la red de intermediación Don Piso.
Aun así, la tormenta que azota el sector inmobiliario le impide remontar. Según fuentes cercanas a la promotora, Figueras aún puede pagar los intereses, pero la crisis asfixia a la empresa. Habitat ha puesto todos sus pisos en alquiler con opción a compra y apenas ha despachado ninguno, los descuentos aplicados a los pisos no han reactivado las ventas, y las transacciones de suelo están paradas.
Los bancos compran suelo a precio de saldo
Fuentes financieras añaden que algunos bancos se han quedado con suelo al precio por el que estaba hipotecado. La firma está en un momento delicado para afrontar el parón. Cerró 2007 con pérdidas de 444 millones de euros, y en abril contemplaba que los números rojos de 2007 a 2010 llegaran a los 650 millones.