El precio de la luz en España se fija con un complejo proceso en el que participan el Gobierno y las empresas comercializadoras. Por un lado, el Ejecutivo determina el 50%, lo que se conoce como los costes regulados. El resto viene determinado por una subasta a la que acuden las comercializadoras de último recurso (Cesur).
El precio resultante de la suma de estas dos cifras es lo que se conoce como Tarifa de Último Recurso (TUR). Los consumidores con menos de 10 kw contratados pueden acogerse a esta tarifa. En principio, la mayoría de los hogares tienen menos potencia contratada, mientras las empresas suelen superar esta cifra. Hasta ahora, aunque los consumidores pueden contratar las tarifas que ofrecen las comercializadoras, la gran mayoría se ha quedado con la TUR (sigue saliendo más económica).
Este martes se ha conocido que la TUR puede subir en enero el 9,9% después de que la decimotercera subasta entre Cesur y los ajustes técnicos posteriores hayan arrojado un alza del 21,3% en el coste de la energía con respecto a los resultados de octubre, indicaron a Europa Press en fuentes del sector.
El Gobierno ha decidido congelar el otro principal componente de la fórmula, el referido a los costes regulados. Eso no evitará una subida del 9,9%, a no ser que el Ejecutivo decida compensar esa subida con un descenso en su parte, la de los costes regulados. Esta posibilidad es poco probable porque sería aumentar aún más el ya importante déficit de tarifa. Ésta es la cantidad que el Estado debe a las eléctricas para compensarlas por el hecho de que los costes son superiores al precio oficial. La cifra adeudada a las compañías era de 16.589 millones el pasado noviembre. El Tesoro ha emitido hace unas semanas bonos para financiar esta cantidad, algo que viene a complicar la ya difícil situación de la deuda española.
La tercera subida en un año
La revisión de enero será la primera de la TUR en 2011. Durante 2010, Industria ha aplicado dos subidas, una en enero, del 2,6%, y otra en octubre, del 4,8%. Estos incrementos se produjeron a pesar de que en julio y en octubre el departamento dirigido por Miguel Sebastián se decantó por congelar la parte regulada de la tarifa.
La TUR afecta a cerca de 27,1 millones de consumidores con menos de 10 kilovatios (kW) de potencia contratada que no hayan querido contratar el suministro en el mercado libre.
La subasta
El producto base subastado para el primer trimestre de 2011, de 4.000 megavatios (MW), se vendió a un precio de 49,07 euros por megavatio hora (MWh), lo que supone un incremento del 4,5%. Este producto es el que se utiliza en la fórmula de la TUR, a pesar de que en la puja también se ha vendido otro producto punta de 306 MW por 53,99 euros por MWh, esto es, un 1,86% más que en octubre.
No obstante, una vez realizados los ajustes correspondientes, referidos a pagos por capacidad, primas de riesgo, desvíos o traslado de consumos de base a hora punta para cubrir los momentos de mayor demanda, el incremento final ha quedado fijado en el 21,3%.
Las fuentes aseguran que, pese al incremento, el precio de la electricidad sigue siendo más barato en España que en el resto de los mercados de referencia europeos, entre ellos los de Italia (67 euros por MWh), Francia (57), Alemania (52) y Reino Unido (60), y que está en línea con las cotizaciones 'over the counter' (OTC) de los mercados eléctricos.
En un comunicado, el operador del mercado eléctrico, Omel, informa de que en la subasta participaron en total 22 vendedores y que la energía fue adquirida por las cinco empresas encargadas del suministro de último recurso, que son Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, E.ON y HC.