LD (EFE) Delphi ha anunciado a los representantes de los trabajadores de la planta de Puerto Real del cierre, que argumentó por las pérdidas operativas durante los últimos cinco años por un importe de 150 millones, por los altos costes y porque es incapaz de atraer nuevos contratos de negocios, según explicó Delphi en un comunicado. La multinacional norteamericana indicó también que los productos fabricados en la planta (direcciones, suspensiones y rodamientos para automóviles) se han identificado como líneas de producto "no esenciales" dentro de la gama de productos de la casa matriz.
Desde Bruselas, el consejero andaluz de Empleo, Antonio Fernández, aseguró que la Junta exigirá a Delphi el cumplimiento de los compromisos laborales a los que le obliga la normativa y condenó "la forma y el fondo" de la decisión anunciada por la multinacional. Fernández dijo que el modo utilizado por Delphi incumple "lo que en nuestro criterio exige la legislación española", dado que "no es admisible plantear un cese de actividad sin más por el impacto que tiene sobre la propia actividad en el territorio y la economía inducida que genera".
El secretario general de UGT en Andalucía, Manuel Pastrana, instó a la Junta a tomar medidas legales contra las "tropelías" que ha cometido la dirección de Delphi y advirtió de que no aceptará que la empresa "deje tirados a los trabajadores en la calle". Acusó a Delphi de "apropiarse durante los últimos diez años cientos de millones de euros recibidos de la Junta de Andalucía y del Gobierno central". El secretario general de CCOO-Andalucía, Francisco Carbonero, expresó su "repulsa" ante el anuncio de cierre y criticó la forma de actuar de la multinacional "porque demuestra un desprecio a las normas laborales y a las leyes de nuestro país", al tiempo que apeló a la calma a los trabajadores.
El representante de CCOO en la factoría portorrealeña, Francisco Cárdenas, aseguró que el cierre de la factoría significa un desastre para toda la Bahía gaditana, ya que además de afectar a los 1.600 empleados de la empresa, aproximadamente otros 1.300 trabajadores de empresas auxiliares sufrirán sus consecuencias. El comité de empresa ha explicado en una asamblea a los trabajadores la situación y programará un plan de movilizaciones que comenzará el 1 de marzo con una manifestación en Cádiz.
El presidente provincial del PP gaditano, José Loaiza, demandó a la Junta que luche por el plan industrial 2005-2010 y criticó al consejero de Empleo, Antonio Fernández, "que hace unos días decía que aquí había alarmismo y ahora resulta que tenían razón". La dirección provincial de Izquierda Unida exigió a la Junta que actúe de manera "contundente" y denunció que es un "robo a mano armada de manos de una empresa que ha recibido subvenciones multimillonarias de dinero de todos los andaluces".
Desde Bruselas, el consejero andaluz de Empleo, Antonio Fernández, aseguró que la Junta exigirá a Delphi el cumplimiento de los compromisos laborales a los que le obliga la normativa y condenó "la forma y el fondo" de la decisión anunciada por la multinacional. Fernández dijo que el modo utilizado por Delphi incumple "lo que en nuestro criterio exige la legislación española", dado que "no es admisible plantear un cese de actividad sin más por el impacto que tiene sobre la propia actividad en el territorio y la economía inducida que genera".
El secretario general de UGT en Andalucía, Manuel Pastrana, instó a la Junta a tomar medidas legales contra las "tropelías" que ha cometido la dirección de Delphi y advirtió de que no aceptará que la empresa "deje tirados a los trabajadores en la calle". Acusó a Delphi de "apropiarse durante los últimos diez años cientos de millones de euros recibidos de la Junta de Andalucía y del Gobierno central". El secretario general de CCOO-Andalucía, Francisco Carbonero, expresó su "repulsa" ante el anuncio de cierre y criticó la forma de actuar de la multinacional "porque demuestra un desprecio a las normas laborales y a las leyes de nuestro país", al tiempo que apeló a la calma a los trabajadores.
El representante de CCOO en la factoría portorrealeña, Francisco Cárdenas, aseguró que el cierre de la factoría significa un desastre para toda la Bahía gaditana, ya que además de afectar a los 1.600 empleados de la empresa, aproximadamente otros 1.300 trabajadores de empresas auxiliares sufrirán sus consecuencias. El comité de empresa ha explicado en una asamblea a los trabajadores la situación y programará un plan de movilizaciones que comenzará el 1 de marzo con una manifestación en Cádiz.
El presidente provincial del PP gaditano, José Loaiza, demandó a la Junta que luche por el plan industrial 2005-2010 y criticó al consejero de Empleo, Antonio Fernández, "que hace unos días decía que aquí había alarmismo y ahora resulta que tenían razón". La dirección provincial de Izquierda Unida exigió a la Junta que actúe de manera "contundente" y denunció que es un "robo a mano armada de manos de una empresa que ha recibido subvenciones multimillonarias de dinero de todos los andaluces".
El Partido Andalucista consideró un "auténtico atropello" el cierre y criticó que las "multimillonarias ayudas" concedidas a la multinacional "no sirvan para asegurar los puestos de trabajo". El PSA aseguró que la dirección de Delphi "ha traicionado" los acuerdos adoptados con las instituciones para salvaguardar la planta de Puerto Real (Cádiz) y recordó que la multinacional anunció un proceso de reestructuración global, pero nunca habló de cerrar la planta gaditana.