La OCDE estima en su informe publicado este miércoles que el ritmo de esa recuperación, que será mayor en Estados Unidos que en Japón y en los países de la zona del euro, será menos vigoroso que el registrado a finales de 2009.
"Aunque apreciamos signos alentadores de una mayor actividad, la fragilidad de la recuperación, la precariedad del mercado laboral y las posibles dificultades procedentes de los mercados financieros subrayan la necesidad de ser prudentes a la hora de retirar las medidas de apoyo", señala el economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, quien ha advertido de que a pesar de que las condiciones financieras hayan mejorado considerablemente, los bancos "siguen siendo vulnerables a las pérdidas de crédito".
La OCDE pronostica un crecimiento agregado para el G7 en el primer trimestre del 1,9% en tasa trimestral anualizada, seguida por un crecimiento del 2,3% en el segundo trimestre, comparado al ritmo de crecimiento del 3,7% registrado en el último trimestre de 2009.
Las nuevas proyecciones de la OCDE auguran un crecimiento anualizado del PIB de EEUU del 2,4% en el primer trimestre y del 2,3% en el segundo, frente al 5,6% resgistrado entre octubre y diciembre de 2009, mientras que en el caso de Japón, los pronósticos apuntan a una expansión del 1,1% y del 2,3% en los primeros trimestres de 2010, lejos del crecimiento del 3,8% de los tres últimos meses del año pasado.
En el caso de la zona euro, las nuevas previsiones de la OCDE contemplan un crecimiento agregado de las tres mayores economías del bloque (Alemania, Francia e Italia) del 0,9% en el primer trimestre y del 1,9% en el segundo, frente al 0,4% del último trimestre de 2009.
De hecho, la organización internacional espera que Alemania vuelva a registrar una contracción anualizada del PIB del 0,4% en los tres primeros meses del año, para crecer un 2,8% en el segundo, mientras que en el caso de Francia prevé una expansión del 2,3% en el primer trimestre y del 1,7% en el segundo.
La OCDE se ha mostrado tan cautelosa como la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) respecto a la situación económica. El banco central estadounidense avisó ayer de que podría mantener los tipos en una situación extraordinariamente baja incluso más tiempo de lo previsto, aunque dejó claro que eso sólo dependerá de la economía y no de un plan que ya tengan establecido.