La deuda que arrastraban los socialistas es la consecuencia de los gastos originados por el referéndum de la OTAN en 1986, que en 2006 aún ascendía a 11,3 millones de euros, de los que algo menos de cuatro millones correspondían a los intereses.
El PSOE negoció durante dos años con las entidades bancarias, y finalmente ha concluido con la liquidación de la deuda. Pero el Tribunal de Cuentas observa varios puntos oscuros en la liquidación, y así lo expresa en el informe "la fiscalización de la contabilidad de los partidos políticos" según recoge El País.
El órgano no duda de que el PSOE pagara la totalidad del principal de la deuda, pero los extremos dudosos se sitúan en la negociación de los intereses, pues se desconocen los términos de la renegociación, y los socialistas se resisten a aportar más datos. "No es posible pronunciarse sobre al existencia o no de condonación de deuda por intereses" dice el informe.
El PSOE replicó que "las conversaciones con las entidades bancarias se han aplicado los mismos criterios que negociaciones anteriores, que forman parte del habitual proceder en los usos del mercado". Pero ni un solo dato sobre todas esas vaguedades, sigue sin dar cuenta del contenido de la negociación con los bancos.
Y es que, el punto oscuro se sitúa claramente en la renegociación. El estado de la deuda histórica de los socialistas, pasa, misteriosamente de un saldo negativo a positivo, al pactar una cantidad inferior a la reclamada incialmente con los bancos. "No nos han perdonado nada" dice el director de Finanzas del PSOE, Juan Cornide "Hemos terminado con la deuda histórica con mecanismos aceptables para el banco y para nosotros" zanja el socialista.