La patronal andaluza augura fuga de capitales si prospera el impuesto sobre los depósitos

A las ya naturales de la oposición y los sindicatos, se une ahora la de la patronal andaluza, cuyo presidente, Santiago Herrero, ha cargado duramente contra la intención de Griñán de gravar los depósitos bancarios en Andalucía lo que provocará, a su juicio, una fuga de capitales hacia otras regiones y países.

Dicho con toda claridad, Herrero tildó ayer de "barbaridad" el plan de ajustes de Griñán y señaló que  las empresas andaluzas o radicadas en Andalucía se irán "donde menos trabas establezcan las decisiones que adopten los políticos". Esta premonición se sustenta, sobre todo, en el anuncio de un impuesto sobre los depósitos bancarios.

Aunque Griñán, aseguró  que el impuesto sobre los depósitos de las entidades de crédito en Andalucía que expuso en el Debate sobre el Estado de la Comunidad  no pretende tanto ingresar dinero en la Tesorería, como que fluya el crédito, de manera que bancos y cajas apoyen proyectos innovadores que signifiquen la creación de empleo, lo cierto es que es un impuesto que grava el ahorro andaluz en un momento de crisis. 

En declaraciones a los periodistas tras el acto de constitución del Consejo Andaluz de Cámaras de Comercio, Santiago Herrero afirmó que intentar reducir el déficit subiendo los impuestos es "en estos momentos, desde el punto de visto económico, lo peor que se puede hacer". Criticó el tributo sobre los depósitos bancarios como "si los territorios tuvieran vallas insalvables", ya que -dijo- "existe libertad de capital, de personas y de empresas". "Los depósitos se pueden ir a cualquier parte", alertó. "Lo que las empresas sabemos hacer, lo sabemos hacer aquí, en Polonia, en Checoslovaquia o en Castilla la Mancha", añadió.

Además, Griñán ha obtenido la unánime oposición de los comerciantes andaluces, los supermercados y las grandes superficies que operan en Andalucía expresaron su "rechazo unánime" a la creación de una tasa de 10 céntimos para las bolsas de plástico de un solo uso al tratarse de una medida "puramente recaudatoria", por lo que pidieron a la CEA que actúe y adopte una postura "contundente" en contra de dicha decisión.

La comisión de comercio de la CEA analizó ayer la aplicación de esta tasa. Las distintas cadenas de distribución comercial están dispuestas a cobrar a los clientes los 10 céntimos, tal y como adelantaron a este periódico. A la patronal del sector le "sorprende" la medida porque estaba negociando con Medio Ambiente una estrategia para reducir la utilización de las bolsas de plástico.