(Libertad Digital) La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) denuncia en su último número de su Colección de Estudios el "abandono y despreocupación" hacia los sectores industriales durante la etapa de expansión económica y el "preocupante y fuerte deterioro" de su competitividad.
De hecho, considera que la situación de la industria española y de su competitividad debería ser entendida como "de verdadera emergencia nacional". Aunque las políticas que se lleven a cabo tendrán efecto a largo plazo, Funcas advierte de que ayudar a la industria es "la clave" para un cambio estructural profundo que dé lugar a un modelo de crecimiento económico más sostenido y equilibrad
Las cajas de ahorros no son las primeras que insisten en este problema endémico de la economía española, que se agrava aún más con la crisis. Se trata de un batacazo en toda regla de los expertos, tal como avanzó LD.
España pierde seis puestos en el Ránking de Competitividad Mundial 2009, hasta el 39, por detrás de Portugal. Lo peor, sin embargo, es que España es uno de los países desarrollados peor preparados para afrontar la crisis económica y financiera mundial.
Este martes la publicación de Funcas –que recoge Europa Press- analiza la evolución de la competitividad y de los procesos de deslocalización en los sectores manufactureros españoles durante el periodo 1999-2006, años que se caracterizaron por un fuerte crecimiento de la economía, dominados por un sector de la construcción, hoy en crisis, y con un sector industrial que se vio abandonado tanto desde el punto de vista político como desde la opinión pública.
Según Funcas, esta "despreocupación" hacia la industria española está posiblemente en la base del bajo crecimiento de la productividad de la economía en la última demanda y del que ahora se constatan sus efectos, "en especial en la debilidad en la reacción del sistema económico para recuperarse".
Situación “alarmante” de “emergencia nacional”
Para las cajas, la situación competitiva de las manufacturas españolas resulta "alarmante". No en vano, casi el 60% del empleo manufacturero se encuentra en sectores con fuertes problemas de competitividad exterior e interior, y de ese porcentaje casi dos tercios se corresponden con actividades ligadas a la construcción, que, según Funcas, han desatendido el mercado exterior y no han sido capaces de abastecer el mercado interior en un contexto de fortaleza de la demanda interna.
En un caso parecido se halla el sector del automóvil, que presenta, en su opinión, una "evidente situación de exceso de capacidad de difícil reconducción".
Funcas entiende que la situación competitiva de la industria manufacturera española resulta "verdaderamente dramática" por el deterioro generalizado del comercio manufacturero, "que está evidenciando algunos problemas estructurales de la economía".
Ante la fuerte contracción de la demanda interna que ha provocado la crisis, la Fundación de las Cajas afirma que, ante este panorama, muchas empresas tratarán de recurrir a los mercados exteriores para ganar cuota de mercado y, al mismo tiempo, considera esperable el menor recurso a los mercados exteriores para cubrir la insuficiencia de la oferta interior.
La economía española sigue perdiendo atractivo
Para Funcas, sería necesario instrumentar un conjunto "potente" de medidas que fomenten la exportación, un tema que, según denunció, "se ha dejado de lado" en el Plan español para el estímulo de la economía y el empleo (Plan E). A su juicio, estas actividades comerciales deberían ser prioritarias para la concesión de créditos, tanto si las empresas pretenden mantener sus posiciones internacionales como si optan por intentar entrar en mercados exteriores.
En este sentido, considera de "especial interés" el establecimiento de canales de distribución de la producción española en el exterior, potenciando la implantación de contratos estables con distribuidores en el exterior o reforzando las relaciones existentes.
En este punto, sostiene que son vitales actividades como la promoción de la marca “España” y de “Productos de España” o la apertura de oficinas comerciales de las empresas.
Pero no todas las actividades industriales muestran problemas de competitividad. Un "reducido grupo" de ellas no presenta dificultades competitivas ni externas ni internas, por lo Funcas concluye que ahí podrían residir algunas de las fortalezas competitivas de la economía española, y que básicamente suponen cerca del 22% del empleo, concentrado en sectores alimenticios y de la industria textil, y en algunas ramas químicas y de la industria mecánica.
En cuanto a los procesos de deslocalización, Funcas no aprecia un abandono masivo del capital extranjero en los sectores industriales en el sentido de un cierre total de actividad. A su entender, las deslocalizaciones sufridas por la industria, al menos entre 1999-2006, se han limitado al cambio de propiedad entre no residentes y residentes.
En todo caso, de lo que sí hay evidencias, según Funcas, de que la economía española ha perdido atractivo para el capital extranjero, "lo que podría ser un problema para el futuro".