LD (EFE) El barómetro mide los niveles de corrupción en el sector público que perciben analistas económicos o expertos académicos de nueve instituciones independientes sobre encuestas realizadas en los dos últimos años, dentro y fuera de los respectivos países. El Indice de Percepción de la Corrupción 2006 es el más amplio realizado hasta ahora -con 163 países encuestados- y está encabezado por Finlandia, Islandia, Nueva Zelanda, Dinamarca, Singapur, Suecia, Suiza, Noruega, Australia y Países Bajos, que vendrían a ser los diez países donde la corrupción brilla casi por su ausencia.
España se encuentra en el puesto 23, sin cambios con respecto al último listado, detrás de Estados Unidos, que ha caído 5 puestos. Entre los países cuyos niveles de corrupción han crecido mas destacan Brasil, Israel, Jordania, Cuba y Laos. Según Alejandro Salas, encargado de TI para Latinoamérica, las tendencias registradas en el continente americano "demuestran que en los países con mayor índice de corrupción confluyen la pobreza y la falta de tradiciones institucionales sólidas". Así se explicaría que Haití, Venezuela, Ecuador, Honduras, Paraguay, Nicaragua, Guatemala y Bolivia no se encuentren entre los cien primeros, sino en el vagón de cola. "A excepción de Venezuela, la corrupción está directamente relacionada con la pobreza", explicó Salas, adscribiéndose a la línea marcada por la presidenta de Transparencia.
Aunque subrayó el hecho de que los niveles de corrupción en Chile sean menores que en Estados Unidos, "prueba de la fortaleza de las instituciones democráticas en aquel país", prosiguió. Junto con Uruguay, Chile es el único estado latinoamericano que se sitúa entre los 50 primeros del ránking. "Colombia, Salvador, Argentina y Bolivia progresan despacio", destacó también el responsable de Latinoamérica, mientras que Cuba y Brasil han registrado un empeoramiento. "La corrupción endémica aleja a los inversores extranjeros", destacó la presidenta Label. "Aunque donde hay quien soborna, hay quien se deja sobornar", y en este sentido Nussbaum destacó el hecho de que la corrupción es una práctica extendida entre 30 de las compañías exportadoras punteras del mundo.
Entre las medidas anti-corrupción que proponen la ONG destaca la instauración de "códigos de conducta" en colegios profesionales, pero sobre todo sanciones eficaces contra abogados, auditores o quienes facilitan las prácticas corruptas. En este sentido, Huguette Labelle exhortó a Alemania, que el año próximo asume la presidencia del G8, que "este grupo impulse un mayor compromiso con la convención anticorrupción de la ONU".
España se encuentra en el puesto 23, sin cambios con respecto al último listado, detrás de Estados Unidos, que ha caído 5 puestos. Entre los países cuyos niveles de corrupción han crecido mas destacan Brasil, Israel, Jordania, Cuba y Laos. Según Alejandro Salas, encargado de TI para Latinoamérica, las tendencias registradas en el continente americano "demuestran que en los países con mayor índice de corrupción confluyen la pobreza y la falta de tradiciones institucionales sólidas". Así se explicaría que Haití, Venezuela, Ecuador, Honduras, Paraguay, Nicaragua, Guatemala y Bolivia no se encuentren entre los cien primeros, sino en el vagón de cola. "A excepción de Venezuela, la corrupción está directamente relacionada con la pobreza", explicó Salas, adscribiéndose a la línea marcada por la presidenta de Transparencia.
Aunque subrayó el hecho de que los niveles de corrupción en Chile sean menores que en Estados Unidos, "prueba de la fortaleza de las instituciones democráticas en aquel país", prosiguió. Junto con Uruguay, Chile es el único estado latinoamericano que se sitúa entre los 50 primeros del ránking. "Colombia, Salvador, Argentina y Bolivia progresan despacio", destacó también el responsable de Latinoamérica, mientras que Cuba y Brasil han registrado un empeoramiento. "La corrupción endémica aleja a los inversores extranjeros", destacó la presidenta Label. "Aunque donde hay quien soborna, hay quien se deja sobornar", y en este sentido Nussbaum destacó el hecho de que la corrupción es una práctica extendida entre 30 de las compañías exportadoras punteras del mundo.
Entre las medidas anti-corrupción que proponen la ONG destaca la instauración de "códigos de conducta" en colegios profesionales, pero sobre todo sanciones eficaces contra abogados, auditores o quienes facilitan las prácticas corruptas. En este sentido, Huguette Labelle exhortó a Alemania, que el año próximo asume la presidencia del G8, que "este grupo impulse un mayor compromiso con la convención anticorrupción de la ONU".
Sorprende en el barómetro de 2006 el empeoramiento de Irak, que ha bajado más de 15 puestos, situándose entre los tres más corruptos. "La atención mediática y el hecho de que estén llegando más recursos destinados a la reconstrucción, susceptibles de caer en las manos equivocadas podrían contribuir a explicar este aumento de la corrupción percibida", apuntó Label. "Las instituciones nacionales de derecho luchan por salir adelante, pero aún no funcionan tan bien como deberían", añadió el director de Transparencia, David Nussbaum.